A poco que visites las redes sociales, habrás visto el robot con una cámara de vigilancia por cabeza que hace pole-dancing –vamos, que baila en una barra habitualmente vinculada con strippers–. Pero ¿qué historia hay detrás de él? ¿Por qué existe? ¿Cuál es su propósito?
Resulta que nuestro robot es obra del artista británico Giles Walker, que creó al bailarín mecanizado en 2008. Y no es el único. El robot tiene dos compañeros más: otro que baila en barra y un DJ con un megáfono por cabeza.
La idea, según explica el artista, era reflejar la situación de la sociedad británica en ese momento. Cuando Walker los fabricó, "el gobierno inglés estaba poniendo cámaras de vigilancia por toda Londres, y Gran Bretaña se estaba convirtiendo en la sociedad más vigilada del mundo". A la vez, también por aquellas fechas, se hablaba de que un informe sobre las armas de destrucción masivas en Iraq se había "sexualizado", "así que pensé que si un informe se puede sexualizar, quizás también se podían sexualizar las cámaras de vigilancia".
Los robots como tal no son demasiado complejos, pero aun así se han vuelto bastante populares, y Walker los alquila para conferencias y eventos por 1000 libras. Hoy en día mucha gente los puede ver como una crítica a los robots sexuales, pero el artista asegura haberlos creado con otra idea en mente.
Aunque los "Pole Dancing Robots" son su creación más popular, Walker tiene también otras obras robóticas, como el "Breakdown Clown" o "La última cena".
