Servir la cerveza para que quede lo suficientemente espumosa es todo un arte. Sin embargo, esto ha dejado de ser un problema gracias al sistema que ha diseñado la compañía estadounidense GrinOn Industries: Bottoms Up.
El vaso cuenta con un dispositivo que sirve de cierre una vez que el dispensador (colocado en la parte inferior) rellena la cantidad de cerveza adecuada. De esta forma, la espuma sube hasta quedar en el borde superior.
A través de su página web oficial se pueden encontrar los dispensadores y los vasos, que presentan diferentes tamaños. De esta forma, se puede comprar la boquilla básica por 990 dólares, mientras que el vaso estándar tendría un precio de 24 dólares.