Hoy se ha emitido finalmente en Japón el esperadísimo episodio especial doble de Dragon Ball Super donde por fin nos han mostrado la esperadísima nueva transformación de Goku, despejando de este modo todas las dudas que había sobre ella de una vez por todas, empezando por su nombre, la cual ha sido bautizada como Doctrina Egoísta.
Para empezar, creemos que sería más correcto referirnos a ella como un nuevo estado en vez de como una nueva transformación. Es decir, no estamos ante un nuevo nivel de Super Saiyan ni nada parecido, más bien ante algo similar a lo que Gohan experimentó cuando el viejo Kaioshin despertó todo su potencial latente para hacer frente a Buu, aunque esta vez sí que hay alguna que otra diferencia estética respecto a la forma base del usuario, como el aura azul y blanca o las pupilas de color plata.
Según la explicación que nos han dado, Goku consigue alcanzar este nuevo estado cuando, tras haberse quedado sin Ki, cae sobre su propia Genki Dama. Esto provoca que dos grandes fuentes de energía colisionen: la de la propia bola de energía espiritual y la del mismísimo Goku al intentar resistirla, provocando un choque que acaba por romper los límites de nuestro protagonista y llevarlo a su máximo potencial.
La principal característica de la Doctrina Egoísta no radica, como el resto de transformaciones, en simplemente aumentar la fuerza y la velocidad del usuario, sino que permite que su usuario pueda acceder al Ultra Instinto, la técnica de movimiento automático que tantas veces ha mencionado Whis a lo largo de la serie.
Gracias a esto, el cuerpo de quien domine este estado pasa a moverse de forma automática y por puro instinto, por lo que el usuario no tiene que pensar ninguno de sus movimientos, ya sea para atacar o defenderse, pudiendo así llevar al límite la precisión, velocidad y fuerza de sus acciones.
Para que os hagáis una idea del incremento de poder que dominar este estado puede conllevar, Goku pasa de no poder ni rozar a Jiren usando el Kaioken Blue x20 a igualarle e incluso empezar a superarle, ya que, al parecer, al moverse el cuerpo por instinto, este va aprendiendo de la batalla y de su rival, permitiendo una evolución y mejora constante hasta superar a su enemigo.
Cabe destacar que se ha dicho que Jiren es más poderoso que muchos de los dioses de los doce universos, lo que debería dejar claro el nivel que ha llegado a alcanzar nuestro héroe de en este capítulo, superando incluso a Bills, quien todavía no ha conseguido llegar a dominar por completo la Doctrina Egoísta. No en vano, se trata de un estado al que muy pocos llegan y que los mismísimos dioses lo pasan realmente mal para aprender a dominar.
Sin embargo, todo esto tiene un coste, ya que si el usuario no está acostumbrado a este estado y no lo domina, este acaba por "recalentarse" y perder todo su poder, motivo por el cual Goku apenas aguanta unos minutos combatiendo de esta manera.
Como veis, se trata de un nuevo e interesantísimo potenciador que se sale un poco de lo que las transformaciones suelen suponer en la serie para así añadir un nuevo poder y una nueva forma de luchar que estamos convencidos que va a dar mucho juego a partir de ahora.
