Llevábamos muchas semanas esperándolo, pero por fin hemos podido ver la prometida batalla de Goku contra Jiren, el guerrero más poderoso del Universo 11, en el Torneo de Poder gracias al capítulo especial doble de Dragon Ball Super que se ha emitido hoy mismo en Japón. Lo mejor de todo es que Toei Animation no ha decepcionado y nos ha regalado dos episodios cargados de acción, momentos épicos, animación de la buena, giros de guion y técnicas devastadoras que nos han hecho vibrar como hacía muchísimo tiempo que no lo hacíamos con Dragon Ball.
Tanto es así que estamos ante los que probablemente sean dos de los mejores capítulos que se han hecho nunca para la serie, lo que no es decir precisamente poco en un anime con una trayectoria tan larga y que nos ha dejado con tantos momentos inolvidables. Como siempre, ahora vamos a comenzar nuestro análisis de todas las semanas, de modo que si no queréis que os arruinemos la sorpresa, os recomendamos que dejéis de leer a partir de aquí.
Goku contra Jiren
El episodio 109 comienza con Goku luchando contra Ribrianne, la capitana del equipo del Universo 2, quien ataca a nuestro protagonista hasta que esta solicita la ayuda de sus compañeras para que le otorguen nuevos poderes. Gracias a ello, esta guerrera obtiene unas alas de hada y comienza a realizar todo tipo de ataques con forma de corazón que Goku esquiva sin ningún problema para acabar contraatacando desde el aire con una gran patada convertido en Super Saiyan Blue, lo que manda volando a su rival hasta acabar a los pies de Jiren, quien se encuentra observando con gran interés a nuestro héroe.
Al encontrarse tan cerca de tan poderoso enemigo, Ribrianne se retira asustada, momento en el que vemos a Belmod, el Dios de la Destrucción del Universo 11, ordenar a Jiren pasar a la acción y acabar con Goku en primer lugar.
Esto da lugar a un espectacular y frenético intercambio de golpes que empieza con Goku en su forma base atacando a Jiren para ponerle a prueba y medir su poder. Al ver que este ni se inmuta ante sus ofensivas, nuestro protagonista comienza a pasar por alguna de sus diferentes formas, como la de Super Saiyan 2 y Super Saiyan Dios, antes de llegar finalmente a la de Super Saiyan Blue y verse obligado a darlo todo.
Esta pelea es realmente buena e impactante, ya que Goku llega a usar numerosas veces el Kaioken Blue x20 para intentar igualar a su rival sin que esto sirva de nada, ya que se ve completamente sobrepasado por la abrumadora fuerza del guerrero del Universo 11, quien llega a estar a punto de eliminar a Goku en un momento de la batalla.
Mientras todo esto sucede, los dioses que están presenciando el combate llegan a la conclusión de que Jiren es uno de esos pocos mortales capaces de superar la fuerza de un dios, algo que pone a todo el mundo en alerta, ya que creen que si Goku es derrotado esto podría desmoralizar a todos los participantes y darle una gran ventaja al Universo 11.
Tras darse cuenta de que poco puede hacer contra su enemigo, Goku decide hacer uso de su último recurso: la Genki Dama. A pesar de su preocupación por lo desprotegido que esta técnica le deja mientras la carga, Jiren le dice que no se preocupe y que esperará pacientemente a que la utilice para que pueda darlo todo. Como detalle curioso, para crear esta Genki Dama solo participan los miembros del Universo 7, Freezer incluido, aunque el orgullo de Vegeta le impide ayudar a ello. Entre medias, cabe destacar que Ribrianne intenta aprovecharse de la situación para atacar a Goku por la espalda, aunque el príncipe saiyan se lo impide sin ningún esfuerzo.
Una vez cargado el ataque, Goku por fin lo lanza contra su enemigo, aunque las tornas dan rápidamente la vuelta en el momento en el que Jiren comienza a devolver la gigantesca bola de energía con toda facilidad (no usa ni las manos para ello), algo que Goku intenta evitar a toda costa utilizando para ello el Kaioken Blue x20, lo que pone fin a este primer episodio del especial.
El despertar de Goku
El capítulo 110 retoma la acción justo en el momento que acabamos de describir, aunque, por desgracia, Goku sigue sin poder devolver el ataque. Tras un intenso forcejeo, nuestro héroe acaba perdiendo todas sus fuerzas y cae sobre su propio ataque, provocando un gigantesco choque de energías entre la desprendida por la Genki Dama y la del propio saiyan intentando resistirla.
Esto crea un gigantesco cráter en el ring que hace que todo el mundo dé por muerto a Goku, aunque Zenosama decide que Jiren no será eliminado ni penalizado, ya que nuestro protagonista habría fallecido por culpa de su propia técnica.
Justo en este momento todo comienza a temblar y Goku sale de entre los escombros del cráter rodeado de un aura blanca y azul luciendo unas pupilas plateados, además de su pelo negro habitual ligeramente levantado. Lo que viene justo a continuación es una de las mejores escenas de acción de todo Dragon Ball, con Goku moviéndose de una forma que nunca habíamos visto antes, atacando implacablemente a una velocidad muy superior a lo que el saiyan nos tiene acostumbrados y defendiéndose sin ningún tipo de esfuerzo ante la estupefacta mirada de todo el mundo.
Si antes no podía ni rozar a Jiren, ahora nuestro protagonista es capaz de igualarle e incluso vemos como poco a poco va haciéndose más fuerte y superándolo, obligando a su temible rival a tener que esforzarse para seguirle el ritmo.
En este momento, Bills y Whis nos desvelan que Goku ha conseguido alcanzar el estado de la Doctrina Egoísta, gracias al cual una persona puede hacer uso de la técnica del movimiento automático (también conocida como Ultra Instinto). Con esto, nuestro héroe es capaz de atacar y defenderse sin tener que pensar ninguno de sus movimientos, ya que su cuerpo reacciona por sí solo y por puro instinto, lo que le permite desplegar toda su fuerza y potencial de batalla.
Este estado es algo que muy pocos han conseguido dominar, dioses incluidos, por lo que hasta el propio Gran Sacerdote se muestra sorprendido por el logro de Goku. Según explica Whis, lo más probable es que el choque de energías entre la Genki Dama y la del saiyan resistiéndose a ella haya provocado que el "cascarón" del potencial de Goku se haya roto, permitiéndole hacer uso de todo su poder y alcanzar dicho estado.
Por desgracia para Goku, todavía no termina de dominar la Doctrina Egoísta y justo en el momento en el que parece que comienza a tomar la delantera y encajarle un demoledor golpe a Jiren, su cuerpo no consigue aguantar tanto poder y es derrotado de un solo ataque. Antes de que tengamos tiempo de volver a recuperar el aliento mientras Goku sale volando, Hit intenta aprovechar el momento de la victoria de Jiren para atacarle, pensando que al haber ganado habría bajado la guardia, pero su ofensiva es detenida con una sola mano y sin esfuerzo alguno.
Lo siguiente que vemos es a Goku totalmente destrozado en el suelo intentando hablar con Vegeta, aunque justo en ese momento desaparece y para aparecer en un oscuro lugar junto a Freezer, quien le dice con una inquietante sonrisa que todo esto le recuerda a lo sucedido en Namek, cerrando así un episodio fantástico, de esos que nos recuerdan los motivos por los que Dragon Ball sigue siendo un referente y una de las series más queridas y conocidas en todo el mundo tras más de tres décadas.
Cabe destacar que habiendo llegado a este punto, todavía no ha pasado ni la mitad del tiempo límite del torneo, por lo que parece que nos quedan muchos capítulos por ver de este arco argumental y, estamos convencidos, que tarde o temprano volveremos a ver otra gran batalla entre estos dos poderosísimos guerreros. Mientras tanto, la semana que viene seguiremos disfrutando de esta saga con un prometedor combate entre Hit y Jiren.
