Desde que se descubrieron siete planetas del tamaño de la Tierra que orbitan alrededor de la estrella TRAPPIST-1, que se encuentra a 39 años luz de nosotros, los astrónomos han estado intentando averiguar todos los detalles posibles sobre estos planetas, que son particularmente interesantes por su potencial para albergar vida.
Con el STIS (Telescopio espacial para la recreación de espectrografías) del Hubble, un equipo internacional ha estudiado la radiación ultravioleta que emite cada uno de los planetas, que estaría vinculada a la cantidad de agua en cada uno. De los siete, dos estarían secos, pero los otros cinco guardarían grandes cantidades de agua. De esos cinco, tres estarían a una distancia de la estrella que ofrecería la temperatura adecuada para ser habitables.
Estos tres planetas estarían en unas condiciones que les permitiría tener agua en estado líquido en su superficie, además de ser propicios para la panspermia y grandes subidas y bajadas de la marea, ambas cosas buenas para la vida. También tiene algunas características negativas, como las fulguraciones solares de la estrella, que atraviesan la atmósfera.
Para tener un mayor conocimiento de los planetas es necesario realizar estudios teóricos y observaciones complementarias, pero en cualquier caso sigue siendo un interesantísimo descubrimiento de cara a conocer un nuevo rincón del universo.
