Elena García Armada se hizo famosa el pasado 2018 gracias a la creación de un exoesqueleto pediátrico al más puro estilo de los que podemos ver en el videojuego The Surge gracias al cuál un niño, llamado Álvaro, pudo caminar a pesar de sufrir de una grave atrofia muscular.
Gracias a su trabajo, además de dar una nueva vida a Álvaro y a otros niños, Elena creó una empresa llamada Marsi Bionics para especializarse en este tipo de tecnología y, posteriormente, ha conseguido que el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el que trabaja haya creado un laboratorio de robótica que se dedicará a dotar a los enfermos neuromotores de cierta autonomía para desplazarse gracias a distintos diseños de exoesqueletos.
Según podemos leer en iLeón, la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, inauguro ayer martes este centro que quiere convertirse en un referente europeo en lo que a las terapias basadas en asistencia por robots se refiere.
Este centro será el lugar en el que se llevará a cabo el proyecto Marsi Care, impulsado por el propio CSIC y la empresa de Elena García Armada mencionada anteriormente, Marsi Bionics:
"Marsi Care es una plataforma de terapia y diagnóstico única en el mundo para niños y adultos con enfermedades neurológicas a los que se les ofrece la última tecnología en exoesqueletos de marcha. La iniciativa combina las ciencias clínicas y de ingeniería y da prioridad a la transferencia al mercado de los resultados de la investigación", dijo la propia Elena en la presentación del centro.
El laboratorio de este centro de estudio y desarrollo cuenta con un sistema de cámaras de captura de movimiento por infrarrojos y otras tecnologías como sensores de fuerza o electromiográficos que detectan la actividad muscular, permitiendo analizar y evaluar el progreso de una terapia rehabilitadora de la marcha en los pacientes. Además, la información recogida sirve tanto para mejorar la terapia de forma personalizada como para el desarrollo de los exoesqueletos tanto para niños como para adultos.
