Oculus presentó ayer por fin, de cara al público, Oculus Go, el primer casco de realidad virtual independiente fabricado por Oculus que, de hecho, ya puede adquirirse a través de su página web.
Este nuevo casco, que no necesita ordenador u otro dispositivo para funcionar, cuenta con una pantalla LCD fast-switch con resolución WQHD 2.560 x 1440, 538 PPI. Para manejar toda la carga de trabajo del casco encontramos un chip Qualcomm Snapdragon 821 que, según la marca, ofrece una gran eficiencia energética y ratios de frames más suaves.
La duración de la batería depende del contenido que estemos consumiendo con el casco, pero aseguran que alcanzará las dos horas de juego y las 2,5 horas en el caso de reproducir vídeo u otro contenido multimedia duración que, desde luego, se antoja un tanto escasa.
"La realidad virtual nos permite explorar nuevos lugares, ponernos en contacto con otras personas y ampliar nuestras perspectivas del mundo que nos rodea. Además de esto, reduce las distancias y amplía nuestros horizontes. Cuando utilizas la realidad virtual, puedes hacer lo imposible. Y, gracias a Oculus Go, puedes disfrutar de estas experiencias en casa, independientemente del teléfono o del ordenador que uses. Este es el poder de la realidad virtual: la libertad que te ofrece.
A medida que más desarrolladores y creadores de contenidos comiencen a incorporar estas prestaciones en las diferentes plataformas para mejorar sus experiencias, veremos una comunidad de realidad virtual mayor y más dinámica. Somos realmente afortunados de poder colaborar con esta comunidad, con el apoyo de todos vosotros", ha comentado el equipo de Oculus.
Oculus Go tendrá dos versiones, una de 32GB que costará 219 euros y una segunda de 64 GB que está a la venta por 269 euros.
