Ahora que por fin los poseedores del Galaxy S8 se estaban frotando las manos tras el inicio del despliegue para actualizar los terminales a Android 8.0, la última versión del sistema operativo, Samsung ha decidido detener su distribución en seco.
Los agraciados que ya hayan descargado la actualización podrán seguir usándola pero, el resto de los mortales, deberán de esperar a que Samsung vuelva a lanzar los archivos del firmware en sus servidores para poder hacerse con ella.
Por el momento, se desconocen los motivos de esta paralización temporal en la distribución de Oreo, aunque desde varios portales apuntan a que Samsung está trabajando en una actualización para Android 8.0 antes de volver a subirla a sus servidores, algo que debería ocurrir pronto.