The Weinstein Company, la empresa del productor Harvey Weinstein y su hermano Bob Weinstein, se ha declarado oficialmente en bancarrota. El pasado domingo, la productora emitía un comunicado a sus potenciales compradores, Maria Contreras-Sweet y Ron Burkle, criticando que no habían cumplido con las condiciones previamente establecidas para la adquisición de la compañía.
La junta afirma que Contreras-Sweet y Burkle enviaron un "documento incompleto" que no respondía a las promesas que habían realizado para salvaguardar los intereses de la compañía, tras una reunión realizada el pasado 21 de febrero. Además, en el comunicado se les achaca de "trazar un camino financiero que fracasará".
"Debemos concluir que su plan para comprar esta empresa era ilusorio y que sólo dejaría a esta empresa cojeando hacia su desaparición, en detrimento de todos los interesados".
"Aunque lamentamos profundamente que sus acciones hayan llevado a este desafortunado resultado para nuestros empleados, nuestros acreedores y cualquier víctima, ahora buscaremos la única opción viable de la junta para maximizar el valor restante de la compañía: iniciar un proceso de bancarrota", decía la carta.
La demanda del fiscal: un elemento determinante
A esto se le suma el hecho de que el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, bloqueó la venta de The Weinstein Company tras presentar una demanda de vulneración de los derechos civiles contra Harvey Weinstein, Bob Weinstein y la propia compañía.
Una fuente cercana a las conversaciones de venta indica que la demanda del fiscal general retrasó los trámites hasta el punto en que The Weinstein Company se estaba quedando sin dinero. "Al final, fue casi imposible hacer un trato", dice otra fuente.
