Hugh Grant es un tipo peculiar. El galán inglés con toque canalla, protagonista de múltiples comedias románticas, reconoce que su tiempo en el género pasó. Mientras repasa su carrera, destacando cómo rodó Bridget Jones, el también protagonista de Notting Hill ha confirmado que no se acuerda de qué ocurría en uno de sus grandes éxitos, Love Actually, en el que Grant interpretó al primer ministro del Reino Unido como parte del elenco de un clásico navideño firmado por Richard Curtis.
Una comedia romántica que él mismo reconoce que no sabe cómo terminaba
Love Actually es una película coral, llena de historias que se entrecruzan y nutren las unas de las otras a través de un Londres en temporada navideña. Es una de esas películas con pequeños grados de separación entre personajes, en la que al final se lanza un conmovedor mensaje de unión y amor que ha calado hondo entre los espectadores, convirtiéndose en una de esas pelis recurrentes en Navidad. El personaje de Grant, David, es el Primer Ministro de Reino Unido, un joven y soltero político que acaba cayendo a los pies de Natalie (Martine McCutcheon), su secretaria. Grant ha estado analizando su carrera y su papel en una reciente entrevista a Digital Spy (vía ScreenRant), confesando que no recuerda qué ocurrió en el primer film cuando se le preguntó sobre la posibilidad de una secuela de Love Actually. "La verdad es que no lo sé. Nunca había pensado en eso... Ni siquiera puedo recordar lo que sucede en la película... Hace tanto tiempo que no la veo. Tendrías que recordármelo. ¿Terminó todo bien?", preguntaba Grant.

Una Love Actually 2 es difícil de ver en estos momentos. Curtis realizó un pequeño cortometraje en 2017 llamado Red Nose Day Actually, que servía cómo secuela y que seguía a los personajes 14 años después de la historia original, todo ello con fines benéficos. Para muchos aficionados, aquellas historias sirvieron como secuela perfecta, ya que le permitió al propio Curtis parodiar su propio universo al reconocer las críticas de la audiencia, los guiños, teorías y comentarios, y al mismo tiempo, se le otorgó a muchos personajes el final feliz que necesitaban.