Steven Soderbergh descansa trabajando. El director de Contagio, que se encargará de liderar un comité para rescatar el cine tras el coronavirus, es un gran aficionado al cine. Durante su tiempo libre, el cineasta responsable de producciones como la trilogía de Oceans Eleven o The Knick, ha reconocido que ha remontado películas, remasterizado viejos clásicos o descubierto películas de cine alternativo que de otra forma jamás habrían llegado a sus manos. Ahora, mientras ha durado el confinamiento, ha estado escribiendo el guion de la secuela de su cinta debut Sexo, mentiras y cintas de vídeo, que ganó la Palma de Oro en Cannes en 1989.
Tres ideas han pasado por sus manos para tres proyectos distintos
Sexo, mentiras y cintas de vídeo es una de las cintas capitales para comprender a la actual generación de cineastas estadounidenses, pues marcó el inicio de la irrupción de la edad dorada de directores independientes a finales de los años ochenta y principio de los noventa, así como la entrada de nuevas productoras de la talla de Miramax en el circuito de las majors. Protagonizada por Andie MacDowell y James Spader, Sexo, mentiras y cintas de vídeo fue incorporada al Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y nos narra la historia de un hombre que graba mujeres hablando de su sexualidad y la naturaleza de sus relaciones. La idea de grabar o plantearse una secuela, en el contexto actual en el que el feminismo sacude Hollywood a través de diferentes movimientos, puede ser francamente interesante.
Aunque Soderbergh confiesa que nunca se había planteado dar continuidad a su historia original, el confinamiento le ayudado a darle la perspectiva necesaria. A través de una completa entrevista que podéis ver canal de YouTube Flaviar, el director ha anunciado que ha podido escribir tres nuevos guiones, siendo uno de ellos una reescritura de un próximo proyecto, el otro una adaptación de una novela y uno, el más ambicioso, una secuela de su propia cinta debut. "Durante el confinamiento lo cierto es que he escrito de una forma muy regular, como no lo hacía desde el verano de 1985", afirma. "Cuando las autoridades establecieron el confinamiento aquí en Nueva York, decidí volver a escribir", añade.
"Es curioso, pero durante las primeras seis o siete semanas de la cuarentena terminé hasta tres guiones diferentes: uno de ellos era una reescritura, otro un original, y otro la adaptación de la novela.El original era una secuela de Sexo, mentiras y cintas de vídeo. Es una idea a la que ya llevaba tiempo deseando hacer y volver a plasmar, así que la escribí, y ahora quiero hacerla", concluía.