En Estados Unidos hay una enorme preocupación con un posible proyecto secreto del Pentágono. La Cámara de representantes está inquieta pues temen que la división de armas biológicas del ejército estadounidense haya sido la culpable del último gran repunte de la peligrosa enfermedad de Lyme.
Un programa que se originó en los cincuenta, sesenta y setenta
Según el diario Roll Call, el pasado 11 de julio la Cámara aprobó sin hacer demasiado ruido en una votación apoyar una enmienda al proyecto de ley de autorización de defensa de 2020. Esta enmienda, invitaba al Departamento de Justicia a investigar el uso de las garrapatas como armas biológicas, un hecho que habría sido una constante en los experimentos dentro del seno del Pentágono durante décadas. El representante republicano por Nueva Jersey, Christopher Smith, fue claro y conciso: quiere que el inspector general se involucre en el caso.
"Queremos que se realice una revisión del caso para saber con seguridad si el Departamento de Defensa experimentó con garrapatas y otros insectos con respecto al uso como armas biológicas entre los años de 1950 y 1975", explicaba Smith. En el caso de encontrar indicios de estos supuestos experimentos, la información tendría que llegar al Congreso. "Sobre todo si alguna garrapata o insecto utilizado en tales experimentos se liberó fuera de cualquier laboratorio por accidente o diseño experimental", apuntan. Christopher Smith, además de representante por el estado de Nueva Jersey, es copresidente del Caucus de Enfermedad de Lyme en el Congreso.
"Necesitamos respuestas y las necesitamos ahora", explicaba Smith a Roll Call, periódico que ha sacado a la luz esta información. No es algo nuevo, pues durante años se ha rumoreado que el ejército y el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha estado trabajando en secreto en sus instalaciones de Plum Island de Nueva York y Fort Detrick de Maryland con insectos y garrapatas como portadores de armas biológicas. Según muchos investigadores, la gran mayoría de garrapatas e insectos se devolvían y liberaban de los laboratorios, fomentando la propagación de enfermedades muy peligrosas en la población. Entre ellas, informan los expertos, la enfermedad de Lyme.
La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana que se adquiere por la picadura de una garrapata infectada, y además de causar hinchazón y rojez en el lugar afectado por el mordisco, puede causar dolores musculares crónicos, mareos, cansancio e incluso pérdida parcial de la memoria. Aunque la enfermedad no es algo nuevo, en mayo se publicó en Estados Unidos un controvertido libro Bitten: The Secret History of Lyme Disease and Biological Weapons, que apunta en esta dirección, achacando a la existencia de varios experimentos en los años cincuenta, sesenta y setenta. Varios senadores de Estados Unidos, demócratas y republicanos, habrían usado este repunte mediático para apoyar su enmienda. Sin embargo, no todos los investigadores creen que haya relación directa, y aunque existan evidencias, creen que son pruebas circunstanciales motivadas por la pasión de las teorías de la conspiración de muchos periodistas, políticos y escritores.
