Elena Struthers-Gardner, de 60 años, sufrió un aparatoso desmayo que ha acabado con su vida. Llevaba en sus manos un vaso de vidrio con tapa de rosca, con una pajita de metal dentro. La mujer cayó justo encima, provocando que la cañita le perforara el ojo.
La cañita entró por su ojo izquierdo y provocó una lesión cerebral que ha resultado fatal. Struthers-Gardner había sido jinete en su juventud. Sin embargo, cuando tenía 21 años, un accidente le causó problemas de movilidad. El fuerte dolor de su columna vertebral algunas veces era tal que Struthers-Gardner sufría desmayos de manera habitual.
"No la escuché caer", declara Mandy, su esposa, según leemos en The Independent. "Fui a la puerta de la cocina y pude ver a Lena tendida junto a la puerta. Estaba haciendo sonidos de gorgoteo inusuales. Su vaso de vidrio estaba en el suelo aún intacto, y la pajita aún estaba en el frasco. Me di cuenta de que la pajita estaba fijada a la cabeza. Llamé al 999 y pedí una ambulancia. Mientras estaba hablando por teléfono, Lena pareció dejar de respirar. La señora del teléfono me pidió que le diera la vuelta. Deslicé el vaso hacia fuera y le di la vuelta. Pude ver que la pajita había entrado por el ojo izquierdo".
Los forenses, por su parte, señalan que ese tipo de cañitas no deberían formar parte de tapaderas fijas en los frascos. "Parece que el principal problema aquí es que, si la tapa no hubiera estado, la pajita se habría movido".
Y lo cierto es que multinacionales como la cadena Starbucks se deshizo de 2,8 millones de cañitas metálicas en 2016, después de advertir que era un peligro para sus clientes. Empresas como Disney y McDonald's quieren dejar de utilizar las cañitas de plástico, y las de acero suponen una alternativa muy atractiva ya que se pueden reutilizar.
Sin embargo, después de este suceso, es posible que las cañitas de papel se acaben alzando como las triunfadoras.
