Es posible que este sea el momento. Id haciendo las maletas para irnos a vivir a ese universo paralelo donde podemos veranear en una isla Griega. Primero, eso sí, tendremos que esperar a que un grupo de científicos consiga abrir este año un portal para realizar el viaje.
Ese es, al menos, el proyecto de un grupo de investigadores del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Tenesse, Estados Unidos). Según recoge la cadena NBC, los científicos están centrados en explicar una rareza que tuvo lugar en los 90.
Leah Broussard, líder del equipo y física, explica que, en ese momento, midieron el tiempo que tardaban las partículas de neutrones en descomponerse en protones, una vez que se eliminaban del núcleo de un átomo.
Cuando un neutrón abandona el núcleo, su vida es considerablemente corta (alrededor de 14 minutos); cada neutrón que queda liberado del núcleo puede descomponerse tanto en un electrón, un neutrino electrónico y el mencionado protón.
Modelo atómico de SchrödingerLos investigadores descubrieron que los neutrones creados en haces de partículas, similares a los que Broussard usará en el experimento que os contaremos ahora, tuvieron una duración de 14 minutos y 48 segundos de media antes de "descomponerse" en protones. Pero los neutrones almacenados en una botella de laboratorio parecen descomponerse un poco más rápido, en 14 minutos y 38 segundos.
Aunque la diferencia no fue considerable, ha preocupado a este grupo de investigadores. En otras palabras, esperaban que se descompusieran al mismo tiempo y no fue así. Todos los neutrones son exactamente iguales, y su comportamiento no debería depender en absoluto de dónde o cómo se examinen.
Experimentando con universos paralelos: la última moda en la ciencia
Este equipo de científicos quiere averiguar qué ha ocurrido y, para eso, llevará a cabo el siguiente método para probar que existe un universo paralelo: en un túnel de 15 metros dispararán un haz de neutrones. Estos neutrones tendrán que atravesar un poderoso imán hasta llegar a una pared impenetrable.
Al otro lado, colocarán un detector de neutrones que, en principio, no debería detectar nada. Broussard y su equipo están buscando cualquier neutrón revelador que pudiera atravesar la barrera, convirtiéndose así en una especie de neutrón-espejo.
"Todo se reduce a: ¿Somos capaces de hacer brillar neutrones a través de una pared?", explica Broussard. "No deberíamos ver neutrones, según la física convencional. Si alguno de ellos aparece de todos modos, sugeriría que la física convencional se equivoca y que el mundo espejo es real".
Y esta sería la primera prueba de que el mundo paralelo existe, dado que los neutrones habrían oscilado a través de un mundo espejo. El experimento se puede llevar a cabo en un día, pero extraer sus resultados podría alargarse durante semanas. Así que sólo nos queda esperar a que Broussard y sus científicos comprueben si existen o no estos neutrones espejo.