El universo que se formó en torno a la saga Pokémon tras su particular big bang (situado según expertos en torno a 1996, con unos peculiares tonos azul y rojo) nunca ha dejado de crecer. Ahora mismo hay millones de personas enganchadas a JCC Pokémon Pocket y esperando el nuevo booster pack que llega en pocos días. Pero los fans del juego de cartas original llevan muchos años dando vueltas y tienen sus propios desafíos. Recientemente, uno de estos coleccionistas consiguió dar carpetazo a uno muy particular: el desafío Gengar.
Evidentemente no hablamos de algo tipo el nuzlocke, ni es hacerte un mazo Gengar (que bien podría ser uno de los mejores mazos del juego para móviles). No, aquí hablamos de hacerse con todas las cartas distintas de Gengar y para colmo de males, con una fecha límite.
El desafío Gengar: consigue las 74 cartas antes del límite de tiempo o regala toda la colección
Ha sido el canal Deep Pocket Monster quien ha compartido esta particular odisea. El creador de contenido ya ha afrontado otros desafíos de este tipo y tuvo que entregar alguna colección entera al perderlos.
Pero en un larguísimo y para nada pesado vídeo (cero sarcasmo: el tipo es un artista para darle emoción al asunto), ha contado la historia tras el desafío Gengar, consistente en hacerse con las 75 cartas de Gengar en su edición inglesa.
Resulta que hace algo más de dos años, en un aparente momento de enajenación pokemonil transitoria, compró la colección completa de una persona. No muy distinto de algo que haría un fanático del juego de cartas virtuales, pero con cartas reales. El caso es que se encontró que la colección tenía a medio terminar la búsqueda de todas las cartas Gengar del mercado... y ahora Deep Pocket Monster decidió que la completaría antes de Halloween o regalaría la colección.
Hablamos de cartas que, en los marcadores de compraventa especializados, van de 200 a 800 dólares... cuando aparecen. Si una de ellas sale de la circulación, el precio únicamente lo marcan el vendedor y el comprador dispuesto a pasar por caja.
No os vamos a reventar el final, pero esta búsqueda incluye cartas desconocidas, ferias, subastas y compras a ciegas sin saber lo que llegaría. Hay momentos tensos de romper sellos de certificación, nervios con repartidores y más de un momento que puede provocar un ataque a coleccionistas.