El juez Santiago Pedraz, miembro de la Audiencia Nacional, ha rectificado su medida cautelar de bloquear la plataforma de mensajería Telegram en España. El magistrado, que ordenó eliminar la app en nuestro país, presionando a las principales redes de telefonía, ha rectificado y espera que un nuevo informe policial le ayude a comprender mejor la situación. Fuentes cercanas al entorno de Pedraz, revelan que quiere saber "la incidencia que pueda tener sobre los usuarios dicha suspensión temporal", así como la validez constitucional de dicha medida.
El juez Pedraz recula: España suspende el bloqueo de Telegram a la espera de un informe policial sobre la plataforma
El anuncio de la suspensión se produjo el pasado viernes noche, algo que generó un auténtico caos y el total desconcierto entre los más de ocho millones de usuarios que tiene Telegram en España. En apenas unas horas, las principales comunidades buscaron maneras de saltarse el supuesto bloqueo, usando VPN o proxy variados, que evitarían la dificultad de acceder a la app desde nuestro país.
Con el paso de las horas, Pedraz presionó a las operadoras como Vodafone, Orange y Movistar a cortar el acceso, pero la dificultad técnica para las redes de bloquear una aplicación de esta magnitud era extraordinaria y no se produjo.
La medida inicial de bloquear Telegram se tomó luego de la denuncia de plataformas y entes del entretenimiento como Mediaset, Atresmedia y Movistar+, que afirmaban que la app acogía contenido pirateado de algunos de sus canales y productos, protegidos por derechos de autor. Se suma así a otra queja similar, com la de la liga de fútbol española, que reclama situaciones similares de pirateo o distribución ilegal de los partidos de la competición en otro proceso separado. El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, tras la denuncia, emitió un auto para que, en el plazo de tres horas desde su recepción, las operadoras suspendieran los recursos asociados a Telegram. Fue imposible.
Telegram, una plataforma de mensajería instantánea fundada en 2013 y liderada por el empresario ruso Pavel Durov, ha surgido como una alternativa destacada a WhatsApp, enfocándose en la libertad y privacidad del usuario desde sus inicios. A diferencia de aplicaciones como la de Meta, Telegram se ha resistido a compartir información con las autoridades, ganando popularidad como un refugio para la comunicación de disidentes en países con regímenes autoritarios, como Rusia e Irán, donde ha sido utilizada para coordinar protestas y actividades de oposición. Sin embargo, esta misma libertad ha propiciado la proliferación de canales que albergan contenido sensible y peligroso, como la venta de drogas, actividades de grupos extremistas de derecha, difusión de desinformación, contenidos violentos, pornografía infantil y actos de terrorismo. Un ejemplo reciente fue la reivindicación por parte del Estado Islámico del atentado ocurrido en Moscú el pasado viernes, realizado a través de su canal en Telegram.
