Noche de julio en España, empalmando olas de calor que llegan a consecuencia de un El Niño que está poniendo en jaque incluso al ventilador has preparado para dar más frescor a tu hogar. No queda más remedio: pones el aire acondicinado toda la noche. Lo que quizás no termines de entender es que esto puede tener efectos nocivos para tu salud.
¿Es malo dormir con el aire acondicionado?
Iremos por pasos, siendo el primero el efecto a la hora de dormirse. Cuando el cuerpo se va relajando para dormir emite calor, lo que afecta a la temperatura general de la habitación al tiempo que reduce tu propia temperatura. Incluso cuando ya estés durmiendo, las variaciones de temperatura afectan a tu descanso y no son pocos los estudios de sueño que tienen la temperatura como uno de los factores clave para un buen descanso. En principio, la temperatura ideal para descansar se estima entre 15 y 20 grados centígrados.
Sin embargo, hay más factores a tener en cuenta. El primero es el flujo de aire. Que corra el aire, vamos. En este caso se ha llegado a la conclusión de que un flujo constante es mejor que uno intermitente. Si tienes puesto el aire acondicionado, por norma general el flujo de aire será menor cuanto más cerca se esté de la temperatura deseada, y viceversa. Estos cambios de corriente causan problemas de sueño, ya que la susodicha corriente hace que te muevas en la cama, aumente tu frecuencia cardíaca y por consiguiente, descanses peor.
Evidentemente, el factor de la temperatura es completamente personal. Cada persona reacciona de una manera distinta a las mismas condiciones ambientales, pero el efecto subyacente e inconsciente suele pesar más que la percepción personal.
Ahora entramos en el tema respiratorio. Es cierto que el aire acondicionado puede ayudar a personas con asma y alergia a descansar mejor por las noches, pero también puede secar el aire. Esto tiende a derivar en dolor de garganta y tos. De hecho, el aire acondicionado puede causar incluso deshidratación, secando tu piel al tiempo que reduce la humedad en el aire.
Por supuesto, también tenemos en cuenta el coste energético. Si bien no tiene impacto directo en tu salud, poner el aire acondicionado cada noche, digamos durante unas 6 horas, te afectará al bolsillo. Las compañías con discriminación horaria ofrecen precios muy bajos en el tramo nocturno, pero es posible que no te salga demasiado a cuenta a largo plazo.
¿Qué precauciones tomar para evitar efectos negativos?
En consecuencia: no es bueno ni malo dormir con el aire acondicionado puesto en marcha. Lo único que hay que tener en cuenta es que se deben dar unas condiciones generales para evitar efectos adversos:
- Buscar entre los 15 y 20 grados centígrados.
- Evitar que el aire se seque y que la humedad se mantenga entre el 30% y el 60%.
- Que el chorro de aire no nos de directamente.
- Por supuesto, asegurarse de que el aparato esté en condiciones tecnológicas e higiénicas óptimas.
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