La queridísima actriz Angela Lansbury ha fallecido a la edad de 96 años mientras dormía en su casa en Los Ángeles, cuando tan solo le quedaban cinco días para cumplir 97. La eterna protagonista de Se ha escrito un crimen, donde interpretaba a Jessica Fletcher, nació en 1925 en Londres. Se mudó a Estados Unidos en 1940 huyendo de los bombardeos nazis, y una vez allí no tardó demasiado en introducirse en los círculos de Hollywood para convertirse en una artista memorable con una brillante trayectoria a sus espaldas, tanto en el thriller como en el género de la fantasía. De hecho, en esa misma década Lansbury consiguió dos nominaciones al Óscar por Luz que agoniza y El retrato de Dorian Gray. Y en 2013 se le concedió un Premio Honorífico por su larga trayectoria audiovisual.
Una carrera para quitarse el sombrero
Su carrera cinematográfica es amplísima, con títulos como La bruja novata, En compañía de lobos o La historia más grande jamás contada. Pero donde realmente ganó extrema fama entre todo tipo de público fue con el estreno de Se ha escrito un crimen en los ochenta, y la ficción se estiró hasta 1996.
Como si se tratase de la misma Agatha Christie, Lansbury interpreta a una profesora de inglés que escribe novela negra y que se ve envuelta en una serie de crímenes que hacen que su ficción se vuelva una realidad.
Además de esto, tampoco hay que olvidarse de su etapa en Broadway, puesto que ganó el premio Tony a mejor actriz en cuatro ocasiones diferentes. Poco a poco, Angela Lansbury tuvo apariciones contadas en el cine, siendo su papel en El regreso de Mary Poppins uno de los más emblemáticos de esta etapa final. A ello habría que sumar también su interpretación en doblaje dando vida a la Señora Potts en La bella y la bestia.