El tigre de tasmania es una curiosa especie que se extinguió hace aproximadamente unos 100 años. Pero pronto podría volver a estar entre nosotros. Según un comunicado oficial lanzado por la Universidad de Melbourne el pasado martes, un grupo de investigadores de la escuela introdujeron una nueva asociación con una empresa emergente en Dallas cuya principal esperanza es poder traer de vuelta a este depredador de Australia. El equipo del Laboratorio de Investigación de Restauración Genética Integrada de Thylacine (TIGRR) de la Universidad de Melbourne y Colossal Biosciences creen que la nueva tecnología de modificación de ADN puede ser la clave para traer de vuelta a este ser.
Un proceso de repoblación que llevará unos 10 años aproximadamente
"Ahora podemos dar pasos de gigante para conservar los marsupiales amenazados de Australia y asumir el gran desafío de acabar con los animales que habíamos perdido", explicaba Andrew Pask, profesor de la Universidad de Melbourne. "Muchos de los desafíos con nuestros esfuerzos pueden ser superados por un ejército de científicos que trabajan en los mismos problemas simultáneamente, realizando y colaborando en muchos experimentos para acelerar los descubrimientos. Con esta asociación, ahora tendremos el ejército que necesitamos para hacer esto suceda".
Se espera que en un plazo de unos 10 años ya se tenga la primera célula de tigre de tasmania modificada para poder reincorporar a este animal en la Tierra. "Con esta asociación, ahora creo que dentro de diez años podríamos tener nuestro primer tilacino bebé vivo desde que fueron cazados hasta su extinción hace casi un siglo", añade Pask. Reproducir el ADN de los tilacinos será tarea de Colossal, mientras que Pask y su equipo se encargarán de realizar las nuevas tecnologías reproductivas. Es un proceso sumamente complejo que desde luego requiere de mucha paciencia y de un gran trabajo, puesto que esto no será de un día para otro, sino a largo plazo. Quedará por ver desde luego si el proceso es correcto y si la especie puede reproducirse con normalidad en el futuro.
