Esta misma mañana os contábamos que a través de un texto publicado en The Hollywood Reporter, se dejaba constancia que Tom Cruise se llevaba más beneficios que los mismos estudios que realizaban sus películas. Además de eso, también se ha asegurado lo siguiente: Paramount ha dado carta blanca al actor para que pueda hacer lo que quiera en Misión Imposible 7. El actor, parece ser, es una máquina de gastar dinero con ideas realmente locas para construir el final de la saga, y la compañía ya ha plantado su bandera blanca para que Cruise haga lo que crea conveniente, junto con Christopher McQuarrie.
Una de las últimas ideas que ha tenido el protagonista, resulta tener a un submarino como escenario principal, lo que ya nos adelanta que probablemente veamos alguna secuencia de acción en su interior que ponga al límite lo que se puede rodar bajo el agua y hasta podría poner en juego la vida del propio actor, como viene siendo habitual en las múltiples películas de Misión Imposible, porque el actor se niega a usar dobles y a no abusar de los efectos digitales para que todo parezca mucho más real.
Carta blanca justificada
Esta decisión por parte de Paramount, de darle a Cruise esta libertad creativa total, se debe principalmente a que Misión Imposible: Fallout partió de un presupuesto de 180 millones de dólares y terminó recaudando un total de 791 millones en todo el mundo, por lo que se espera que tanto la séptima como la octava película (que concluirán la saga) tengan el mismo resultado en taquilla.
El juguete de Tom Cruise está llegando a su fin y, probablemente, se esté ya planeando un universo expandido en Paramount+ para que las aventuras de Ethan Hunt no tengan un final a corto plazo. Misión Imposible 7 se estrenará en 2023. Antes de eso, veremos a Cruise en Top Gun: Maverick.
