El químico Yanlin Song tiene un objetivo en mente: utilizar sus conocimientos para reducir la contaminación que se produce mediante los procesos de impresión convencionales. Entre sus avances, ha encontrado una de esas soluciones que, a simple vista, parecen de lo más improbables: una tinta transparente que permite imprimir a todo color, desechando de esta manera los tintes y pigmentos que solemos utilizar habitualmente. Liderando un equipo de investigadores en el Instituto de Química de la Academia China de Ciencias, esta semana hemos podido disfrutar de los primeros resultados de su idea.
Tinta transparente para un mundo mejor
"La industria de la impresión utiliza un gran volumen de productos químicos y produce muchos residuos", explicaba Yanlin Song en una entrevista concedida a Nature hace unos años, donde exponía el planteamiento de sus investigaciones. "Estos pueden ser peligrosos para el medio ambiente". En ese momento, Song hablaba de un recubrimiento hecho con nanomateriales que buscaban "tratar químicamente" las planchas de impresión que se utilizan para transferir un diseño al papel, en un intento por reducir su impacto en nuestro planeta.
En un nuevo artículo publicado recientemente, han presentado una nueva propuesta para cambiar la impresión a color actual: los colores estructurales. Tal y como señalan los investigadores, este tipo de coloración es "prometedora" tanto por sus características anti-decoloración como por su respeto por el medio ambiente. Pero su alto coste hace que no sea viable su puesta en marcha. Es por eso que desde la Academia China de Ciencias sugieren emplear una sola tinta de polímero que, aunque parece transparente para el ojo humano, ofrece una gran precisión a la hora de imprimir a todo color.
Estructuras de microdomo: La clave para esta tinta
Los investigadores emplearon vidrio con una superficie hidrófoba para que, a medida que las gotas de tinta caían sobre esta plancha, fueran repelidas. Esto hizo que formaran unas pequeñas estructuras con aspecto de cúpulas (microdomos). Haciendo uso de la tensión superficial de los líquidos y el efecto hidrofóbico de este vidrio, los investigadores consiguieron hacer ajustes en una impresora para que pudiera formar estos microdomos "en diferentes formas y tamaños", apuntan desde Gizmodo.
Los microdomos son la clave de este invento: dependiendo de su tamaño y de su forma, reflejan la longitud de onda de luz de una manera diferente, lo que permite que nuestros ojos detecten varios colores como resultado. Es como si cogiéramos un cuchillo y dividiéramos el arcoíris en diferentes porciones. Si unimos todos estos microdomos, forman las imágenes a todo color que han presentado los investigadores. El efecto, eso sí, sólo funciona en una única dirección: si vemos esta plancha de vidrio desde otro lado, la tinta vuelve a ser transparente a nuestros ojos.
¿Los beneficios de esta tinta transparente? Para empezar es compatible con el actual hardware que utilizamos para imprimir, así que no sería necesario cambiar nuestras impresoras para usarla; y, además, abarataría los costes de impresión ya que de una sola tinta podríamos sacar todos los colores.
