El pasado 15 de septiembre, la LVP hacía oficial la expulsión de Deaka Club de la División de Honor de Call of Duty, prohibiendo tanto su participación en la actual competición como en todos los torneos organizados por la LVP hasta, como mínimo, el año 2018.
Tras recibir la sanción, el club ha publicado un extenso comunicado a través de TwitLonger (que podéis leer haciendo clic en este enlace) en el que explican su versión de lo ocurrido y en el que anuncian el cese total de la actividad de Deaka, que cierra sus puertas de forma inminente tras esta sanción.
En el texto, uno de los miembros de la directiva del club detalla, de forma un tanto desordenada y difícil de entender, su versión de los hechos, apuntando a continuos engaños por parte de varias agencias o personas relacionadas con los eSports desde el pasado diciembre del 2015, que desembocan a la venta de los derechos de Deaka para una empresa llamada Projectfreak a la que responsabilizan, en parte, de la sanción al equipo.
Pero las acusaciones más graves que vierte la directiva de Deaka se producen al final del texto, donde indican que la LVP y los jugadores han llegado a un acuerdo para que acusen al club de varios comportamientos irregulares para ser, simplemente, baneados y no expulsados de la competición, asegurando que en ningún caso es culpa de la dirección y que los jugadores les han echado las culpas para seguir disputando la competición.
Este es el extracto del texto en cuestión:
