En el año 2017 Riot Games decidió transformar la LCS en una competición de franquicias que comenzó a desarrollarse ese mismo año y que entró en vigor a partir del 2018 con una apuesta económica muy fuerte por parte de Riot y de los equipos participantes en la misma.
Tras dos años de esfuerzo parece que los números y la sostenibilidad de la liga van a comenzar a ver pronto la luz ya que Chris Greeley, comisionado de la LCS, ha declarado al Washington Post que la competición comenzaría a generar beneficios el año que viene y, de hecho, apunta a que ya se hubieran comenzado a generar beneficios este mismo año si no hubiera aparecido el dichoso coronavirus.
Este apunte de Chris coincide con lo que declaró el cofundador de Riot Gamnes, Marc Merril, a finales del 2019 que aseguraba que la LCS comenzaría a sacar rédito "en uno o dos años".
Las marcas no endémicas apuestan por los esports
Parte de la llegada de los beneficios a la LCS serán gracias a los patrocinios que la liga y los equipos están alcanzando con marcas no endémicas de los deportes electrónicos como Verizon, BMW o Mastercard, lo que permite asegurar el futuro económico de la liga a corto y medio plazo.
Estas marcas no endémicas no solo apuestan por el talento americano ya que en España también estamos viendo como van apostando por este sector como Red Bull o Chupa Chups patrocinando a Vodafone Giants.
