PUBG ha explotado en China, el país del que son la mayor parte de sus jugadores y que ha hecho multiplicar los números del juego de Bluehole de forma exponencial.
Sin embargo, en el país asiático no se libran de una de las lacras más importantes de los juegos online, los tramposos, aunque allí tienen más armas para combatirlas que en otros países como España o regiones como Europa.
Hace unas horas que hemos conocido gracias a Vandal que la policía china, con la ayuda de Tencent (encargada de distribuir el juego en el país) ha cerrado en los últimos días un total de 30 casos en los que se investigaban a diferentes creadores de trampas, deteniendo en el proceso a 120 personas que están acusadas de crear o anunciar este tipo de software.
Estas trampas se pueden encontrar en la red y descargar en multitud de ocasiones tras pagar por su uso, lucrando a sus autores o anunciantes por crear un producto que afecta de forma muy negativa al resto de jugadores.
En China, los creadores de este tipo de contenido pueden enfrentarse a una sentencia de hasta cinco años de cárcel por crear o distribuir este software.
