Desde hace unas semanas, un grupo de personas está organizando una campaña a gran escala para conseguir una drástica reducción en el precio de los videojuegos. Fairplay, que así es como se llama, propone una baja de precio en los juegos (actualmente a 60-70 euros, y 45 libras esterlinas), defendiendo que si éstos fuesen más baratos, las ventas aumentarían e incluso favorecerían a las compañías, de las que afirman que pierden dinero.
Para conseguir su objetivo, aparte de contar con el apoyo de numerosas personas de la industria, incluyendo el gurú Peter Molyneux, han organizado una especie de huelga del 1 al 8 de Diciembre en la que nadie debe comprar juegos, para presionar a las compañías. La página en castellano se ha estrenado hoy, y podéis acceder a ella desde el link de la derecha. Os mantendremos informados.
