The Binding of Isaac está cerca de vender 450.000 copias, un éxito que ha sorprendido a su creador, Edmund McMillen, quien afirma que cuando desarrollaban este proyecto de una semana pensaba que no tendría gran interés para el público.
En una entrevista con IndieGames, McMillen afirma que no había razón para que el juego fuera bien y que cuando inició a desarrollar el proyecto, ni siquiera tenía claro si debía cobrarlo.
"Siendo honesto, pensaba que la gente no lo querría. Tuve que hablar con diferentes desarrolladores y preguntarles si pensaban que la gente lo querría. Pensaba que era bastante raro, que su contenido era inquietante, escalofriante, que la gente pensaría que estaba enfocado en el mal camino y que su diseño era demasiado duro".
"Permadeath es muy desalentador, esta es la razón por la que el grupo de amantes del género roguelike es tan reducido. Es un público muy específico. Los jugadores tradicionales de roguelike que utilizan la muerte permanente quieren este tipo de juegos, la mayoría de ellos gratuitos. Llegué a la conclusión de que tenía que poner el juego a 5 dólares y quien no lo quisiera que no lo comprara. Entonces simplemente explotó, algo que para nada esperaba".
McMillen asegura que la popularidad de Super Meat Boy a ayudado a las ventas de Isaac, motive por el que se siente culpable con el hecho de que el programador Tommy Refenes no esté involucrado en él. "Quería hacer este juego con Tommy, pero él no estaba disponible".
El juego continuará creciendo con el lanzamiento de The Wrath of the Lamb, que según ha contado McMillen será el último capítulo del juego. Esta expansión contará con un final alternativo más difícil que Sheol.
Por último McMillen confirmó que una versión para 3DS de este juego sigue en el aire, aunque de momento no puede dar detalles de este proyecto.
The Binding of Isaac roza las 450.000 copias vendidas
Ha aprovechado el éxito de Super Meat Boy para hacerse hueco.
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