Activision ha incluido a Electronic Arts en su demanda contra Jason West y Vince Zampella, antiguos directivos de Infinity Ward, acusándoles de conspirar para formar una compañía independiente junto a los antiguos miembros clave de Activision, que abandonaron la compañía tras lanzar Call of Duty: Modern Warfare 2.
En la demanda se alega que, según Activision, las negociaciones empezaron en julio de 2009, varios meses antes de que se lanzara Modern Warfare 2.
En la demanda se nombra directamente a John Riccitiello, director ejecutivo de EA, y a John Schappert, director de operaciones, así como a la agencia Creative Artists Agency, y a un antiguo miembro de la junta directiva de Activision.
Se solicita una indemnización por daños y perjuicios de 400 millones de dólares. En la actualidad, West y Zampella trabajan en Respawn Entertainment, un estudio creado bajo el paraguas de Electronic Arts.