El ejército las iba a usar para entrenamiento
Microsoft rechazó vender al ejército americano un gran pedido de consolas Xbox 360 en el año 2006, que las fuerzas militares iban a usar como medio de entrenamiento de sus soldados. Así lo ha desvelado la compañía, casi cuatro años después, explicando los motivos que le llevaron a rechazar el acuerdo.
Según Microsoft, hay tres motivos que les llevaron a rechazar el acuerdo, del que no se ha especificado el número de consolas.
Se rechazó por cuestiones económicas, de inventario y de imagen
Primero, Microsoft pensó que el ejército compraría muchas consolas, pero solo un juego para cada una de ellas, por lo que no le sacaría un beneficio económico real a la venta de consolas. La compañía por aquel entonces perdía dinero con cada consola vendida, recuperándolo con las comisiones con la venta de juegos, un modelo que también sigue Sony con su PlayStation 3.
En segundo lugar, una gran compra de Xbox 360 por parte del ejército podría haber creado escasez de inventario de consolas Xbox 360, produciendo problemas en las tiendas y en los clientes tradicionales.
Finalmente, Microsoft pensó que el acuerdo podría perjudicar la imagen de la consola entre los consumidores, especialmente entre los padres, al poder ser vista como un arma o un dispositivo de entrenamiento.
