Un hombre australiano, James Burt, ha sido condenado por la justicia de su país a pagar 1,5 millones de dólares australianos (952.000 euros) al ser condenado por piratería.
La corte federal australiana ordenó el registro de su domicilio, y se encontraron más pruebas, que fueron usadas en el proceso judicial, resultando en la condena de Burt.
El dinero de la multa irá a parar a Nintendo como compensación por las pérdidas estimadas en ventas que se han generado de las acciones de Burt.