La japonesa Capcom, una de las compañías que más había apostado por encargar sus desarrollos a estudios fuera de Japón, está dando marcha atrás en sus planes, confirmando en una entrevista que a partir de ahora solo confiará en desarrolladoras occidentales a la hora de hacer nuevas entregas de sagas ya establecidas, y no juegos completamente nuevos.
En una entrevista con Gamasutra, la compañía puso como ejemplo de equivocación el haber encargado Bionic Commando, la resurrección del juego de NES en la nueva generación, al estudio sueco GRIN, que poco después entró en quiebra. El juego recibió malas críticas y fue un sonoro fracaso de ventas, logrando solo 27.000 unidades en su primer mes en las tiendas de Estados Unidos.
Como resultado de esta experiencia, "un ejemplo de la dificultad de externalizar el desarrollo a compañías extranjeras", Capcom solo confiara en ellas a la hora de desarrollar juegos de "personajes bien establecidos y temas universales", desarrollando nuevos juegos "principalmente en Japón".
Aunque esto representa una marcha atrás en la estrategia de Capcom, la compañía pretende seguir externalizando sus desarrollos a compañías occidentales porque "no podemos desarrollar un número suficiente de títulos sin usar los recursos de estas compañías".
