Dos consumidores estadounidenses han demandado a Sony por estropearse sus consolas tras realizar una actualización de firmware (a los polémicos 3.0 y 3.01), y luego querer cobrarles 150 dólares por la reparación.
Los demandantes, uno de Texas y otro de Iowa, alegan que sus consolas empezaron a mostrar errores de funcionamiento generalizado, lectura de discos, uso del mando y, por último, dejaron de funcionar completamente, todo ello después de actualizar sus consolas. Al contactar con el servicio técnico, se les insistió en que la actualización y los errores eran coincidencia, y se exigía el pago de 150 dólares por la reparación.
En la demanda se señala que "las prácticas de negocio fraudulentas, injustas e ilegales del acusado incluyen, pero no se limitan a, engaños referentes a lo saludable de PS3 y las actualizaciones de software, a no desvelar defectos en el sistema y en las actualizaciones de software, y negarse a reparar sistemas PS3 sin cargo económico."
No ha trascendido qué indemnización por los daños y perjuicios causados solicitan.