A los recurrentes fantasmas de la censura y la doble moral con los videojuegos en forma de mercados europeos y asiáticos, especialmente, hay que añadir cada vez con mayor asiduidad al británico y sus cada vez más abundantes dosis de moralina contra los videojuegos.
El grupo mediawatch-UK, especializado en decidir qué es bueno y qué es malo para la sociedad, afirmó a través de su director, John Beyer, al rotativo Daily Mail, que esperaba que el juego MadWorld (exclusivo para Wii) fuese prohibido en el Reino Unido a través del rechazo a clasificarlo de la BBFC, la misma medida que intentó tomar el organismo contra Manhunt 2 y que se solventó por vía judicial. "Es una vergüenza que la fabricante del juego haya decidido lanzarlo exclusivamente en Wii," dijo Bayer, quizás como si hubiese preferido su aparición en otro sistema doméstico.
Eso ha levantado las iras de los aficionados del país, o al menos eso dicen los salvadores de la moral inglesa, pues afirman haber recibido "una montaña de correos electrónicos hostiles." Bayer ha dicho que han recibido esos correos "diciéndonos que 'cerrásemos la puta boca'." Se quede de que les han acusado de "qué derechos tenemos de imponerles nuestra 'visión estrecha' y que dejemos de impedirles jugar un juego 'adulto' de su elección."
Bayer, después de gimotear sobre el contenido de los correos en una nota mandada a los medios, afirma que "otros, de carácter más sobrio, preguntaban razonablemente ¡por qué nos preocupábamos tanto sobre los juegos cuando hay tanta violencia en películas y televisión!"
Bayer luego ha acusado a los medios por hacer trascender sus afirmaciones.