La BBFC, el organismo que clasifica –entre otros- los videojuegos en el Reino Unido, ha acepado que no hay ninguna prueba que vincule el comportamiento violento y antisocial con los videojuegos, pero cree que es necesaria más investigación y sigue defendiendo su rechazo a autorizar la publicación de Manhunt 2.
Ancrew Caldecott, representante de la BBFC, ha afirmado ante el tribunal de apelación que decidirá sobre el destino comercial del juego en el Reino Unido que "las investigaciones realmente alcanzan el objetivo de establecer que las investigaciones no demuestran que haya un enlace causal. Pero lo que ciertamente no establece es que no lo haya."
Además, recuerda que "para gente joven, éste es un juego perturbador, chocante, y hay cuestiones sobre inocencia y problemas de ese tipo en relación con la gente joven. En una sociedad utópica, tendríamos medidas eficientes para que la gente por encima de los 18 años pudiese jugar a lo que se adapta a ellos sin ser molestados por el hecho de que les verán menores. Pero no puedes tomar decisiones sobre calificar videojuegos sin tener en cuenta su prevalencia social."
Según la BBFC, los juegos y las películas no pueden tratarse de igual modo, algo que se ha señalado en repetidas ocasiones al indicar que películas como Hostel o Saw no han tenido problemas de censura. "El cine es un medio diferente; simplemente es una experiencia diferente. Quizás en algún sentido sea más envolvente, porque trata sobre absoluta realidad, con gente real, en la película. Por otro lado, mucha gente ve películas de terror hasta cierto punto desde el punto de vista de la víctima," señala Caldecott, "no desde este tan distintivo punto de vista de la persona que sostiene el arma y es recompensado por matar de la manera más sangrienta posible."
En esa línea, sugiere que los juegos violentos son más accesibles a menores que las películas violentas, ya que "un videojuego es inherentemente menos susceptible de ser estrictamente supervisado, y esto está respaldado por las investigaciones." Y es que, según señala, "no llegas a casa de trabajar, te tomas el té y ves Saw 3. Los videojuegos se juegan todo el día mientras los niños están en casa."
Sobre Manhunt 2 en concreto, señala que "ves muchos seres humanos pateando y golpeando a otros seres humanos sin piedad mientras te mueves por el juego. Es un tema frecuente en el primer nivel, que es único que he jugado. Incluso cuando no estás matando a alguien, ves a alguien recibiendo una buena paliza o pasando un momento desagradable." Del mismo modo, también ha señalado que el uso de armas cotidianas es de gran preocupación.
El presidente del tribunal de apelación ha rechazado la invitación de Caldecott de mostrarle el videojuego, y ha confirmado posteriormente que no era necesario pues ya ha jugado a cuatro niveles de este título, y creen en el tribunal que no es lo mismo jugar un videojuego que ver un videojuego.
El comité de apelaciones todavía no ha hecho pública su decisión sobre esta cuestión.
