El año pasado uno de los juegos estrella del E3 donde se mostró por primera vez la Wii, que un año después mantiene un impresionante ritmo de ventas, fue Super Mario Galaxy, o el primer juego de Mario propiamente dicho para la nueva consola. Con un lanzamiento confirmado para este cuarto trimestre de 2007, la versión mostrada en esta edición del E3 estaba mucho más avanzada, pese a permitir evidentemente jugar solamente una pequeña porción de lo que nos encontraremos en esta nueva aventura de Mario.
El juego mantiene la misma idea que vimos hace un año. Mario está en una galaxia, llena de planetas interconectados entre sí, en niveles no lineales donde dependiendo de los caminos que tomemos podemos llegar hasta un final u otro. Cada planeta tiene su propia gravedad, lo cual es muy curioso, pues a veces veremos a Mario boca abajo, saltando hacia arriba como siempre, pero sin caerse al vacío, salvo cuando hay un agujero negro debidamente colocado para ponernos en nuestro sitio cuando tengamos ante nosotros una secuencia de plataformas importantes.
Si el año pasado había una gran interactividad usando la detección de movimiento de Wii, contando con un puntero que movíamos a nuestro antojo, en el Super Mario Galaxy definitivo este puntero servirá para recolectar estrellas y para lanzarlas a los enemigos para acabar con ellos, aunque por supuesto también podremos optar por el método tradicional de saltar sobre ellos; pero aquellos que tradicionalmente eran infranqueables, como las célebres plantas carnívoras, pueden ahora noquearse con una estrella y luego ser aplastadas por el no menos célebre trasero de Mario.
Junto con esta novedad jugable, que permite numerosas situaciones nuevas que resolver usando este nuevo poder en combinación los ya conocidos de Mario –los saltos no han cambiado desde Mario 64-, se introduce la posibilidad de un segundo jugador que nos ayude usando únicamente el puntero. Este segundo jugador no tiene por qué estar tan familiarizado con el mundo del videojuego, como reza la nueva filosofía de Nintendo, sino que su función será usar únicamente el puntero para ponernos las cosas más fáciles. Podrá recolectar estrellas para nosotros señalándolas con el puntero, y paralizar a los enemigos señalándoles y pulsando el botón A. Pudimos comprobar la utilidad y la ventaja de esto a la hora de probar el juego, contando con la inestimable ayuda de Pedro Bouza, de Nintendo España, que nos paraba las rocas rodantes para despejarnos el camino y así lograr reunir las piezas del transportador al siguiente planetas.
Como en la anterior edición de la demo, los diferentes planetas están unidos entre sí o bien por estos transportadores, que activaremos agitando el mando de la consola, o bien por lianas y enredaderas desde las que podremos acceder a otros mundos. La naturaleza no lineal de los mundos del juego reside en que en ocasiones habrá dos transportadores, o dos caminos que seguir, pudiendo acceder a nuevas partes del nivel y finalizar la batalla contra el jefe final de turno –tan ingeniosas como Nintendo nos tiene acostumbrados- para así conseguir las diferentes estrellas de cada mundo.
Mario Galaxy resulta un juego tremendamente prometedor, por su original diseño y por la alta interactividad que ofrece gracias a las capacidades del mando de Wii. En el cuarto trimestre del año estará en las tiendas.
