Asistimos a FER Interazar 2006

Supuso nuestro primer contacto con la nueva placa de Sega, Lindbergh
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El pasado miércoles 27 de septiembre, Vandal Online tuvo la oportunidad de asistir a la Feria de Recreativos FER Interazar celebrada en Ifema. Con un carácter ya eminentemente profesional, las recreativas van dejando su lugar a nuevas tragaperras o máquinas de casino. No obstante, sobreviven tanto las exitosas máquinas clásicas a través de diversos recopilatorios como los nuevos Arcade lanzados tanto por Namco como por Sega.

En este sentido, y repartidos en la parte más septentrional del recinto pudimos jugar a algunas novedades inéditas todavía en el mercado doméstico. Ubicadas casi todas en el stand de MGA, las más importantes fueron Time Crisis 4, Ford Racing: Full Blown, Virtua Tennis 3 y Afterburner: Climax.

Time Crisis 4 es otra vuelta de tuerca a la saga a través de la placa System Super 256. Una especie de PlayStation 2 con más RAM y a mayor resolución, permite realizar otra entrega de esta conocida franquicia con importantes novedades. Desde el punto de vista audiovisual, el juego tiene un toque más cibernético, incorporando villanos alejados de los estereotipos de anteriores ediciones. Esto va acompañado de secuencias más dramáticas, habiéndose dividido el audio tanto en los altavoces frontales como en unos cercanos al depósito del arma. En estos últimos es de donde proviene la voz de los diálogos, lo que hace por su proximidad más emocionante el discurrir del juego.

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La jugabilidad mantiene los cánones de anteriores entregas, aún incorporando una aparente mayor dificultad y sobre todo la posibilidad de elegir entre secciones de disparo. Con esto último no nos referimos a rutas, sino más bien a ángulos de disparo en una escena específica. Esto es, en algunas escenas tendremos la posibilidad de movernos a otro ángulo haciendo un movimiento específico con la pistola. La detección estaba bien realizada, aunque usaba tecnología óptica (realizábamos el movimiento al sacar la mirilla de la pantalla) lo cual llevaba en ocasiones a errores. Habitualmente estas escenas se producían cuando nos encontrábamos en medio de alguna encrucijada o protegidos entre cajas de madera. En vez de tener un único plano de ataque, nos encontrábamos entre varios frentes de enemigos, tres por lo general. Cuando estábamos amenazas en un plano cercano nos aparecía un mensaje de alerta que nos instaba a realizar el cambio de frente. Estas secuencias, aunque un poco liosas, resultaban de una tremenda intensidad y son un gran acierto.

El apartado visual recoge las limitaciones de PlayStation 2, con algunas texturas mediocres y una baja poligonalización de los personajes. Contrastaba, de hecho, con el salto tecnológico que supone Lindbergh en más de un aspecto. A pesar de esto, el desarrollo y el diseño eran fluidos, y tanto por la variedad de los niveles como por los nuevos enemigos podemos decir que es una gran secuela a una franquicia consagrada. No obstante y como era de esperar, podemos afirmar que Time Crisis 4 se trata de "más de lo mismo", lo cual en recreativas suele ser algo positivo.

Ford Racing: Full Blown supone en más de un sentido una rara avis en la marca de juegos de conducción de SEGA. Un simulador puro, que recuerda más a otras aportaciones en Arcade como Taito, está alejado de la tradición de AM2 en este género. Y es que resulta una conversión del Ford Racing para sistemas domésticos realizada por SEGA gracias a un acuerdo con Empire Interactive. Orientado a la simulación, sacrifica el apartado visual a favor de una física bastante realista y que pone un alto listón de dificultad en algunos circuitos y con algunos vehículos. Los circuitos montañosos o rocosos, con diversos obstáculos e incomodidades en el terreno, resultan complicados de realizar sin estar casi todo el tiempo fuera de la pista. A pesar de esta dificultad de hacerse con el control (no por ser malo, sino difícil en sí) encontramos complicado superar bastantes niveles por el poco tiempo del que disfrutamos entre checkpoints. Aunque achacamos esto al espíritu sacacuartos de las máquinas recreativas. A pesar de todo esto, tanto por su selección de vehículos (Mustang, Thunderbid, 4x4) como de escenarios, resulta uno de los mejores juegos en este reducido género en recreativos.

Virtua Tennis 3 ha sido uno de los primeros títulos de lanzamiento para Lindbergh, y parece que también lo será para la futura consola de Sony PlayStation 3. Siendo muy parecido - casi igual - en jugabilidad a las anteriores versiones, el verdadero cambio es el espectacular apartado visual, con sombreados, efectos y resolución muy alejados de los visto anteriormente. Es, en efecto, un juego clásico de NVIDIA en el sentido de aprovechar todas las tecnologías de la 6800 (la placa incluida en Lindbergh) para mostrar las efigies más realistas en los tenistas. Algunos de ellos sorprenden por el grado de mimetización realizado por Sega. Los escenarios, aunque mucho más amplios, dejan ver algunas limitaciones como el dentado en el público (que siguen siendo sprites) y la falta de elementos animados. Aún así resulta un juego tremendamente vistoso, tanto por la excelente representación de los jugadores como por las buenas animaciones de las que goza. Una buena continuación de la saga que opta por renovar su apartado técnico dejando intacta su jugabilidad.

En contraste, el verdadero caballo de batalla de Lindbergh visualmente parece ser Afterburner: Climax. Uno de los juegos más impresionantes de toda la nueva generación, mueve a 60 fotogramas por segundo ingentes cantidades de polígonos en espacios totalmente abiertos. Es, sencillamente, un juego que llama la atención tanto por su tecnología como frenetismo. Sin ningún tipo de aparición repentina perceptible, manejaremos los más diversos aviones a través de parajes bastante diferentes entre sí. Hay desde bases polares a ciudades nocturnas, usando todos ellos efectos avanzados de sombreado, difíciles de ver por la endiablada rapidez del motor gráfico.

Esto último incide en la jugabilidad, la cual resulta un tanto difícil por la imposibilidad de acertar a los blancos (aviones, misiles, etc.) a tal velocidad. Es, claro, marca de la franquicia Afterburner, pero el antiguo escalado de imágenes parece cámara lenta ante la (mareante) sucesión de enemigos de este Climax. Para ello, AM2 ha metido una palanca de velocidad con la cual podremos reducir de manera moderada el tempo. Los blancos que vayamos haciendo nos permitirán rellenar una barra especial, que activada en esta palanca de velocidad (se debe hacer un movimiento rápido) creará una especie de "efecto bala" con el cual podremos derribar a los enemigos fácilmente. Si lo hacemos rápido obtendremos combos.

El desarrollo recoge lo visto en OutRun, dividiendo el juego en rutas con posibilidad de elección. Parece que algunos caminos son más difíciles que otros, aunque no haya tanta variedad como en el juego de Ferrari. La superación de estas rutas no es complicada; pero sí lo es esquivar los certeros misiles de los enemigos, que nos obligarán a hacer verdaderas filigranas con la palanca de Afterburner: Climax.

El resto de recreativas se centraban en una revisada versión de Champion Football (2005 – 2006) sin apenas cambios jugables, aunque sí estéticos (mucho mejor modelado). El ya conocido en los salones y continuista House of the Dead 4, que no aprovechaba demasiado la placa Lindbergh. Aprovechando la reciente película, se presentaban también nuevas ediciones de Dance Dance Revolution, incluidas copias de factura inferior aunque más frenéticas.

Esto nos da un panorama continuista, aunque consolidado, del Arcade en España, ya que las novedades de este año fueron mayores que las de la edición anterior. Aun así se echaron de menos entre otros Virtua Fighter 4 y el táctil Psy-Phi para Lindbergh, los cuales esperamos ver para la próxima edición del 2007, aunque esta feria parece que cada año se decanta más por las máquinas tragaperras y las ruletas. Veremos si sobreviven nuestras apreciadas recreativas.

Imágenes:

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