Ahora que Warner Bros. y Portkey Games han anunciado un nuevo juego de Quidditch, que apostará por un enfoque multijugador, es inevitable pensar en aquel mítico Harry Potter: Quidditch World Cup que se estrenó en 2003 para las consolas de la época (PlayStation 2, Xbox y GameCube), así como para ordenadores y una posterior versión 2D para GameBoy Advance. Aquella adaptación marcó a toda una generación que, fans o no de Harry Potter, se sumergieron de lleno en la divertidísima fórmula basada en este famoso deporte ficticio del Mundo Mágico.
Todavía a día de hoy se recuerda con cariño "aquel juego de Quidditch de PS2", incluso más que algunas entregas principales de la saga Harry Potter que adaptaban las películas en forma de aventura de acción y puzles. Echando la vista atrás comprobamos que no fue especialmente bien recibido por la crítica (su versión de PS2, la que más reviews atesora, tiene un 68 de nota media en Metacritic), pero aun así quienes lo jugaron lo tienen en muy alta estima. Pero ¿qué tiene Harry Potter: Quidditch World Cup para haberse ganado el cariño de toda una generación?
¿Qué tiene Harry Potter: Quidditch World Cup para ser tan bien recordado?
A nivel jugable Harry Potter: Quidditch World Cup ofrecía una adaptación muy bien llevada del deporte ficticio de la saga Harry Potter: nos permitía controlar a un equipo completo con representantes de cada una de las cuatro casas de Hogwarts. Podíamos ir pasándonos la pelota, esquivar a los rivales que intentaban quitárnosla y marcar tantos lanzándola por alguno de los tres aros contrarios a los que teníamos que defender. Sin la pelota en las manos tocaba evitar que anotasen, tratando de interceptar los pases de los contrarios. Todo esto, por supuesto, volando grácilmente en escobas mágicas.
Como no podía ser de otra forma, en mitad del partido podía aparecer la famosa Snitch Dorada: una pequeña bola alada, muy escurridiza, cuya aparición daba inicio a un minijuego en el que teníamos que atraparla para ganar el partido inmediatamente. Esta escena se convertía en una de las más tensas del juego, aunque en ningún momento se convertía en una regla injusta porque agarrarla podía convertirse en todo un desafío; era fácil que se escapase si no teníamos mucha pericia a los mandos, así que más nos valía haber jugado bien si no queríamos perder el encuentro.
La adaptación del Quidditch en este juego era bastante fidedigna a las normas marcadas por los libros y películas originales, manteniendo las diferentes posiciones y roles de cada miembro de los equipos, así como los tres tipos de pelotas que se utilizan en cada partida. Pero además de eso, Harry Potter: Quidditch World Cup también destaca por la fantasía que imprimía a cada encuentro, con movimientos especiales para cada formación y cinemáticas que le daban al partido un dinamismo muy agradecido.
Por otro lado, era un juego muy gratificante a los mandos (al menos para aquella época) y reflejaba con satisfacción la mecánica de vuelo en escoba. No debe ser fácil adaptar un deporte tan tridimensional como el Quidditch, pero EA Bright Light (equipo de Electronic Arts responsable de su desarrollo) lo consiguió dándole un toque único que todavía recordamos a día de hoy: el comportamiento de la cámara, el apuntado, el esquema de controles, el peso del vuelo en escoba… Todo estaba bastante afinado para que el juego fuese divertido y desafiante sin dejar de ser fiel al deporte original.
El universo Harry Potter expandido a escala internacional
El nombre de este juego no es casualidad: en Harry Potter: Quidditch World Cup no sólo podemos controlar a los equipos de Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin con sus respectivos personajes (muchos de ellos extraídos directamente de libros y películas, como el propio niño mago protagonista o su rival Draco Malfoy), sino que además podemos disputar una verdadera Copa del Mundo en la que aparecen representados equipos de Quidditch de varios países, incluyendo España.
Aquí es donde Harry Potter: Quidditch World Cup hace gala de esa estereotipación que parece ir asociada a todo producto del universo de J.K. Rowling y ofrece diseños como el famoso atuendo de la selección española, inspirado en el traje de luces de los toreros (de hecho, el estadio de Quidditch de España está situado en una plaza de toros), o el del equipo japonés, que juega con una armadura similar a la de los samuráis.
En cualquier caso, es una de las pocas veces que un videojuego de Harry Potter se permite explorar el Mundo Mágico más allá de Hogwarts: además de España y Japón, los jugadores podían escoger controlar a las selecciones de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Escandinavia, Australia y Bulgaria, cada una con su propio estadio inspirado en zonas más o menos estereotipadas de cada uno de los países. Estos equipos también tenían sus diferentes personajes para cada posición, así como movimientos únicos con animaciones espectaculares.
Harry Potter: Campeones de Quidditch, ¿sucesor espiritual del juego de PS2?
Puede que tuviera sus limitaciones, pero no cabe duda de que aquel juego de Quidditch de 2003 se ganó el cariño de su generación; esto ha quedado patente cuando al anunciarse el nuevo Harry Potter: Campeones de Quidditch todos hemos pensado automáticamente en él. Queda por ver si este proyecto tiene o no algo de aquella adaptación, aunque su enfoque en el multijugador y el estilo gráfico, del que todavía hemos visto muy poco en su primer teaser no inviten al optimismo. En cualquier caso, la comunidad tenía ganas de volver a jugar al Quidditch después de no haberlo podido hacer en Hogwarts Legacy, así que este nuevo título tiene la oportunidad (y el reto) de ocupar ese hueco.
@vandalonline ¡NUEVO JUEGO de QUIDDITCH! 🧹💫 #quidditch #harrypotter #hogwartslegacy #harrypotterquidditchchampions #quidditchworldcup #harrypottercampeonesdequidditch #gamingentiktok #gamingenespañol #juegosnuevos #videojuegos2023 #videojuegos #vandal ♬ Musik Tiktok - Dj unodhowhow
