Los problemas no cesan en Activision Blizzard que está viviendo una tormenta perfecta de escándalos y polémicas durante los últimos meses a los que ayer se sumó fallos en los servidores de Battle.net que impedían a los jugadores entrar al cliente y jugar a Call of Duty: Warzone, World of Warcraft o Diablo 2: Resurrected.
El problema con los servidores estaba provocado, según ha reconocido la propia Blizzard, por un ataque DDoS dirigido hacia sus servidores. Estos ataques buscan tumbar servidores de internet con tráfico masivo y recurrente dirigido a los mismos, provocando una carga de trabajo inasumible por el servicio que acaba en la mayoría de las ocasiones con una caída total o parcial de los servicios que ofrecen esos servidores.
El ataque ya ha terminado pero, durante más de una hora, los jugadores no podían acceder a Battle.net o tenían problemas de desconexión dentro de los juegos debido a este ataque hacker que no sabemos si puede estar relacionado con algún tipo de protesta en contra de la compañía.
The DDOS attacks that we were monitoring have ended. If you are still unable to log in try https://t.co/XSV7UVlWlu— Blizzard CS - The Americas (@BlizzardCS) November 25, 2021
Unos meses negros para Activision Blizzard
Desde luego, Activision Blizzard está pasando por uno de los peores momentos de su historia, con problemas en los tribunales por casos de acoso o abuso que a su vez han provocado varios despidos y protestas de más de 1300 empleados que, hace unos días, pedían la dimisión del CEO, Bobby Kotick, por una acusación de maltrato.
Por su parte en el terreno de los videojuegos hace unas semanas que se estrenó Call of Duty: Vanguard mientras que, esta misma semana, ha surgido un rumor que apunta a que el 9 de diciembre se publicará una versión para consolas de World of Warcraft, algo que, de confirmarse, buscaría revitalizar el MMO que tampoco pasa por su mejor momento perdiendo jugadores en beneficio de competidores como Final Fantasy XIV, New World o Elder Scrolls Online.
