New World Interactive, creadores de Insurgency: Sandstorm, uno de los juegos de acción bélicos más importantes de los últimos años, estuvieron años trabajando en un concepto especial: Insurgency: Exiles, un ambicioso juego basado en Unreal Engine 4 basado en la revolución nicaragüense durante la Guerra Fría. Con una perspectiva desde ambos lados del conflictos, el concepto era muy ambicioso, pero no terminó de cuajar.
Un videojuego enorme, complejo y políticamente muy realista
"Sí, fue un conflicto que tuvo lugar en la Guerra Fría, en el país de Nicaragua concretamente, donde hubo una revolución. Realmente, queríamos mostrar ambos lados y bando, pero particularmente queríamos cubrir el juego desde el lado revolucionario socialista del conflicto. Pensamos que era muy interesante en ese momento tener una campaña desde esa perspectiva", explicaba Jeremy Blum, CEO y fundador de New World Interactive. De hecho, el trabajo de documentación fue muy completo, con fotografías y equipos que se desplazaron al país.
El título llegó a tener planteados una campaña, un modo cooperativo y un multijugador, y llegó a ser un prototipo jugable, con armas, niveles e incluso ciertas mecánicas refinadas. Pero jamás pasó a la fase de preproducción. "Estábamos tratando de hacer este juego cooperativo para un jugador, multijugador, que probablemente tenía el alcance y el tamaño de algo como Far Cry o GTA, y nos dimos cuenta muy rápidamente de que algo de ese alcance era probablemente, bueno, que estábamos yendo demasiado lejos", concluía Stephen Swires, programador y diseñador técnico del estudio.
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