La entrega del próximo año de la saga Call of Duty podría ser un nuevo juego de la subserie Black Ops, lo que implicaría alcanzar ya su quinta entrega. Y es que aunque Sledgehammer Games y Raven Software estaban a cargo del juego del año que viene, parece que Activision Blizzard ha puesto a los mandos a Treyarch, según lamentan algunos trabajadores por lo que esto va a suponer en términos de esfuerzo en el desarrollo.
Supondría un cambio de paso en la estrategia de desarrollos de tres años para tres estudios diferentes
La saga Call of Duty es anual desde hace muchos años. Desde 2012 se han ido alternando entregas desarrolladas por Infinity Ward (creadores originales), Treyarch y Sledgehammer Games. Con este ciclo, y tras el lanzamiento en 2018 de Call of Duty: Black Ops IIII, y el juego de 2019 en manos de Infinity Ward (los rumores sugieren que será un nuevo Modern Warfare), el de 2020 debía estar en manos de Sledgehammer Games, con apoyo adicional de Raven Software.
Este juego para 2020 iba a apostar, siempre según los rumores que teníamos hasta ahora, por una ambientación en la Guerra Fría. Sin embargo, la compañía ha tomado la decisión de introducir un cambio de rumbo en su hoja de ruta y ahora se planea para 2020 un Call of Duty: Black Ops 5 de mano de Treyarch. Sledgehammer Games y Raven Software se centrarán en dar apoyo a Treyarch para acelerar el proceso creativo y llegar a 2020.
Sledgehammer Games y Raven Software se centrarán en el modo historia del juego de 2020
Esto se va a conseguir haciendo que Sledgehammer Games y Raven Software se centren por completo en reconvertir su trabajo hasta ahora en el modo para un jugador de Call of Duty: Black Ops 5. Por esta razón, el modo historia mantendrá su ambientación en la Guerra Fría.
Esto hace que el juego vaya a tener un ciclo de desarrollo de dos años, frente a los tres habituales, y esta sería la razón por la que varios trabajadores ya han filtrado sus quejas desvelando esta información.
Esto supondría un cambio en el modo historia, que se suponía que iba a apostar por Vietnam o el frente del Pacífico, de tal modo que al menos no se perdería el grueso del trabajo realizado por los otros dos estudios, ahora bajo la batuta de Treyarch.
Tensiones internas y el cambio generacional: motivos para esta decisión
Según parece podría haber dos razones principales para que se haya tomado esta decisión: por un lado, el juego de 2020 será intergeneracional, publicándose en PC y las actuales PS4 y Xbox One, pero también en sus sucesoras, que se esperan que lleguen al mercado en los últimos meses de 2020.
Otro factor importante es que, según cuentan los empleados, habría fuertes tensiones internas entre Sledgehammer Games y Raven Software. Esto habría provocado un choque de visiones sobre la dirección que debe tomar el juego, pues ambos estudios son corresponsables.
El modelo de negocio puede ser parte del conflicto
Aunque no está confirmado, hay fuertes rumores que sugieren que la saga podría abandonar su modelo de negocio tradicional y apostar por completo por ser un juego gratuito con micropagos. Desde luego, el volumen creciente de micropagos y contenidos adicionales, estaba molestando a parte importante de la comunidad de jugadores que se ve obligada a pagar por un título completo para encontrarse con una política muy agresiva de costes adicionales para el jugador.
Este cambio de política podría estar en el seno de los conflictos sobre la conceptualización y dirección del juego y toda la saga y podría hacer que haya una serie de cambios internos en cómo se gestiona su devenir de cara a próximas entregas para convertirse completamente en un juego como servicio, es decir, con actualizaciones continuadas y muchos más micropagos de todo tipo.
