Los videojuegos están en pleno crecimiento: cada vez más personas juega y, en consecuencia, cada vez hay más posibilidades de trabajar en el desarrollo de entretenimiento interactivo. Es bastante habitual que muchos chavales sueñen trabajar en el futuro en las franquicias de las que suelen disfrutar en la consola, el PC o el móvil, pero una cosa es consumir y otra crear. Producir videojuegos es un trabajo muy gratificante pero que requiere preparación y esfuerzo diario puliendo los diseños, reelaborando los niveles, realizando múltiples pruebas, corrigiendo bugs y peleándose con el motor gráfico.
Es necesaria una dedicación intensiva e implicación en proyectos de calidad
Hacer un videojuego requiere trabajo en equipo, vocación y un alto grado de especialización. Hay estudios universitarios cómodos y poco exigentes, pero desde luego el desarrollo de videojuegos no es uno de ellos; para dedicarse a ello, además de una buena formación es necesaria una dedicación intensiva, trabajo constante e implicarse en proyectos de calidad para mostrar de lo que uno es capaz cuando vaya a buscar trabajo. Es, sin duda, un trabajo vocacional.
Eso sí, además de ser la ilusión de muchos jóvenes, trabajar en videojuegos es una profesión con futuro. Cada vez hay más jugadores y más posibilidades para publicar juegos. Hoy día los mercados son internacionales gracias a la distribución digital, de forma que se calcula que hay en el mundo 2.200 millones de videojugadores; según la consultora Newzoo, es un mercado que movió el año pasado 116.000 millones de dólares (94.300 millones de euros), con un crecimiento en 2017 del 10,7% respecto al año anterior.
Aevi, la Asociación Española de Videojuegos, apunta que la industria del videojuego supone el 0,11% del PIB español, en 2016 el sector generó 1.163 millones de euros en España sumando venta física y online, lo que supone los mejores datos desde 2009. No en vano España es el cuarto mercado europeo y uno de los diez primeros del mundo.
El crecimiento de empleos en el sector se acompaña de un aumento de la oferta formativa
Según el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2017 elaborado por DEV (Asociación de Desarrollo Español de Videojuegos) en 2016 había 5.440 profesionales trabajando en videojuegos en España y las previsiones de evolución del empleo son positivas, con una estimación de crecimiento a una tasa compuesta anual del 20,37% hasta llegar a los 11.420 empleos directos en 2020.
A este crecimiento le acompaña el de la oferta formativa en desarrollo de videojuegos. Según dicho Libro Blanco, en España hay 14 universidades públicas, 8 privadas, 7 centros adscritos a una universidad y 20 escuelas privadas que ofrecen formación en videojuegos. Una de estos centros formativos es
U-tad, con tres másteres universitarios un un grado oficial en Diseño de Productos Interactivos. Esta grado tiene la peculiaridad de que los alumnos aprenden de profesionales en activo y desarrollan proyectos multidisciplinares replicando el funcionamiento de un estudio profesional, lo que indica que se enseña a los alumnos los conocimientos al mismo tiempo que aprenden las exigencias del trabajo real.
Según José Luis del Carpio, Director de Marketing de Producto de U-tad, "crear videojuegos es una cosa muy seria, no se trata de que te guste jugar, sino que te tiene que gustar que otros jueguen con lo que tú has diseñado. Es una industria tan competitiva que requiere un esfuerzo y dedicación tremenda, al igual que una formación sin fisuras. Poder dedicarte a desarrollar videojuegos para otros toda tu vida es una de las opciones laborales más satisfactorias que existen, pero es algo que se consigue con un poco de talento, y un mucho de esfuerzo. Es una industria global, y la competencia es global. Insisto, es una cosa muy seria".
Un programa que soluciona las carencias detectadas en el mercado español
El grado de U-tad sobre videojuegos incluye conocimientos de diseño, creación de contenidos digitales, mecánica de juego, usabilidad y testeo, programación y scripting y dirección y gestión de proyectos. Este programa cumple las carencias que el Libro Blando del Videojuego ha detectado en los estudios españoles: el 62% de las empresas españolas tiene dificultades para encontrar especialistas en programación, el 50% en game design, el 37% en monetización, el 31% en marketing, el 25% en gestión empresarial, el 10% en Arte, el 4% en animación y el 2% en IU/UX (interfaz/experiencia de usuario).
Dentro de la filosofía de aprender en un entorno lo más real posible, en U-tad van de la mano los tres elementos imprescindibles en el desarrollo de un videojuego (diseño de juego, arte e ingeniería), realizando proyectos conjuntos de forma que cada uno aprende de su terreno pero también toma conciencia de la importancia de trabajar con las demás disciplinas y que los alumnos estén más preparados para el mercado de trabajo real.
"No solo se trata de tener un título, sino de demostrar lo que sabes hacer, y para eso necesitas presentarte ante un headhunter con un portfolio de alto nivel. En U-tad lo tenemos claro, el título filtra ante otros candidatos y el portfolio hace que te seleccionen. Y cuando hablo de portfolios, hablo de juegos de alto nivel, que ganan premios, que demuestran a cualquiera que el candidato que tiene delante está preparado para integrarse en cualquier estudio triple A, y que por haber realizado sus proyectos con alumnos de otros grados está totalmente preparado para trabajar en equipos multidisciplinares. La formación tiene que emular a la industria, al día a día de un estudio profesional", sostiene Del Carpio, quien recuerda que el 14 de abril hay una jornada de puertas abiertas para probar los juegos creados por los alumnos de U-tad.
