La analista Karol Severin, de MIDiA Research, cree que los consumidores deciden qué consola comprar principalmente por los contenidos y no por las capacidades técnicas. Esto le lleva a pensar que Microsoft podría tener problemas para vender el modelo Xbox One X.
Al preguntar a Severin por las posibilidades de Microsoft en el mercado con Xbox One X, que será la consola con más potencia hasta el momento pero se venderá por 499 dólares, esta considera que la compañía tendrá que pensar bien su estrategia publicitaria.
"Si empiezan a crear una narrativa en torno a la idea de que es una consola tan potente como un PC, podría funcionar. Los jugadores de PC están mucho más acostumbrados a los precios altos. Pero, sobre todo, lo importante será cuánta diferencia los consumidores (y no los fabricantes) perciben en la calidad de su experiencia de juego". Por tanto, para Severin, los jugadores tendrían que tener muy claro que la consola justifica su precio a través de un conjunto de mejoras en múltiples aspectos que lleven a una mejor experiencia de uso, incluyendo "gráficos atractivos, velocidad, y capacidad de entretenimiento además de juegos, etc.".
Para Severin "podría haber un problema" relacionado con la percepción de falta de exclusivas de Microsoft frente a Sony y Nintendo, de tal forma que la potencia del nuevo modelo de la consola no sea suficiente como para darle la vuelta a la tortilla. "Las consolas no se venden por sus especificaciones técnicas: se venden por los catálogos de juegos disponibles para los usuarios. Si eso no cumple con lo que esperan los consumidores, el producto no tendrá éxito".
Xbox One X se lanzará el 7 de noviembre y tendrá una capacidad de procesamiento de 6 TFLOPS, un importante salto con respecto al modelo Xbox One S, que alcanza los 1,4 TFLOPS.
