Los videojuegos pueden utilizarse para divertir, pero también como una nueva forma de crítica social aunque con ello se toque la polémica.
Crítica social hecha videojuego
El artista danés Kristian von Hornsleth ha levantado la controversia con la presentación de Hornsleth Homeless Tracker, una aplicación para móviles que imita a Pokémon GO cambiando las criaturas coleccionables por personas sin hogar ubicadas en las calles de la ciudad de Londres.
Mediante esta aplicación, el autor ha fijado la posición de una decena de homeless en territorio británico, a los que ha pagado dinero para que porten un dispositivo que transmite su localización.
"Cada uno de las personas cuenta con un dispositivo de localización, así que el comprador o propietario puede seguir su camino 24/7 mediante la aplicación convirtiendo al homeless en un Pokémon GO o en un Tamagotchi humano", explica el creador a Evening Standard.
Pagando menos de 25 euros, los usuarios son provistos del código de seguimiento de un sin techo que se incorpora a la aplicación. Este carácter mercantil ha derivado en decenas de críticas hacia el trabajo presentado por von Hornsleth, que espera expandirlo a otros países.
El autor considera que su obra es "una fusión entre la pobreza, la invasión a la privacidad, la desigualdad y la realidad televisiva de la actualidad que demuestra la decadencia cultural de la sociedad".
"Se trata de un proyecto que define la sociedad al completo. Podemos poner un hombre en la Luna, pero Reino Unido no puede sacar a estos hombres de las calles. Estoy privatizando a los sin techo. Es absurdo y no es más que un espejo del mundo actual", añade para responder a las críticas.