Con el lanzamiento de Xbox One S el pasado año 2016, Microsoft puso en el mercado una versión más compacta y mejorada de su consola, con añadidos como la posibilidad de usar HDR en televisores compatibles. Pero en aquel proceso desapareció el puerto específico para conectar la cámara Kinect, uno de las grandes apuestas de la compañía.
Kinect en Xbox One S
Para solucionar esta situación, Microsoft ofreció a los compradores de Xbox One S con Kinect en casa la opción de recibir sin coste adicional un adapaptador que permitía usar la cámara. Este adaptador se solicitaba desde la página oficial de la compañía y no cobraba nada al usuario que lo pedía.
Ahora sabemos a través de Polygon que el adaptador ya no se puede conseguir gratis: está a la venta en la tienda online de Microsoft por 40 dólares, que al cambio son unos 38 euros. El objetivo de la compañía es que la cámara incluya de serie el adaptador, pero por el momento las unidades disponibles en las tiendas parecen no introducirlo en el paquete.
Teniendo en cuenta que Kinect no ocupa un espacio esencial en la experiencia del usuario de Xbox One, esta decisión no resulta un problema para la mayoría de los jugadores. Sin embargo, sí que supondrá un desembolso extra para quienes deseen jugar a títulos como Just Dance 2017 en la consola de Microsoft.