Psyonix ha anunciado la llegada de un nuevo modo de juego a Rocket League, llamado Dropshot, que añadirá una arena inédita y varios cambios en la jugabilidad. Lo hará de forma completamente gratuita el próximo día 22 de marzo.
El nuevo modo y el escenario llamado Core 707, obligará a los jugadores a tener que destrozar el suelo de la pista -en forma de paneles hexagonales- e intentar anotar como siempre en las porterías rivales. Cada panel se activará y destruirá en dos movimientos, una dificultad añadida a la que hay que sumar la peligrosa bola eléctrica, que tendrá distintos modos de potencia.
El éxito indie de 2015
Rocket League, un título que mezcla conducción, fútbol -y otros deportes- y acción a partes iguales, ha sido uno de los éxitos del pasado 2015, acumulando entre Xbox One, PS4 y PC más de diez millones de copias vendidas y cuajando una de las comunidades de jugadores en activo más importantes de la actualidad.