The Legend of Zelda: Breath of the Wild, con su amplia liberad para el jugador -que, como ya anunció Nintendo, puede optar por ir a enfrentarse al jefe final casi desde el principio- está atrayendo la atención de speedrunners, es decir, jugadores que intentan batir récords de velocidad para terminar videojuegos aprovechando su conocimiento de las mecánicas de los mismos, errores de programación, etc.
Así, el primer gran speedrun paraba el crono en una hora y media y hace unos días un jugador logró terminarse el juego en 1 hora y 5 minutos, ahora otro ha batido la barrera psicológica de la hora y consigue terminarse el juego en 58 minutos (y un segundo).
The Legend of Zelda: Breath of the Wild se puede completar relativamente rápido gracias a la libertad que deja al jugador. El usuario puede optar por dejar de lado todo el progreso de la historia y la oportunidad de conseguir ítems, buenas armas y mejorar las características de Link, para afrontar el reto de batir al jefe final.
Hasta ahora, las mejoras en los tiempos se basan en un conocimiento más profundo del juego y no en romper mecánicas ni secuencias de juego aparentemente obligatorias para ir a por el jefe final lo antes posible, y hacerlo con desreza.
