Dambuster Studio, en declaraciones recogidas por Trusted Reviews, ha explicado el complejo camino de desarrollo para Homefront: The Revolution y las ambiciones del estudio con respecto a esta reinvención de la saga distópica de acción en primera persona.
De esta forma, el director del juego, Hasit Zala, explica la decisión de ignorar casi todo lo ofrecido por el primer título para ir más allá con la secuela. Desde un primer momento, las ambiciones del estudio desarrollador fueron claras. "Homefront: The Revolution fue concebido como un Half-Life de mundo abierto", confirma Zala.
"Cuando nos ofrecieron el desarrollo del título, y ofrecimos nuestra visión, estábamos muy emocionados; dos semanas después, cuando fuimos conscientes, todo se tornó en un 'Oh, Dios mío, esto significará un montón de trabajo y un buen número de desafíos y ambición'", afirma. Al mismo tiempo, Zala relata el complicado flujo de trabajo y programación del título, que comenzó siendo un shooter lineal como la primera parte, pero que fue mutando hacia algo distinto cuando la licencia fue adquirida por Crytek en 2013.
"Diría que la mayor crítica que puede hacerse al primer Homefront, es que era muy clásico en términos de fórmula jugable, muy lineal y lleno de scripts. Queríamos distanciarnos de ese concepto, ofreciendo el máximo control posible al jugador, más inmersión y una narrativa enfocada al mundo abierto. Pero en lugar de eso, fue una experiencia muy conducida", explica Hasit Zala.
Un título de ciencia ficción en unos Estados Unidos distópicos
Homefront: The Revolution saldrá para Xbox One, PlayStation 4 y PC. Será un juego de acción en primera persona en el que tendremos que liberar Estados Unidos del dominio de Corea del Norte en un futuro no demasiado distante, presentando una campaña de más de 30 horas de duración. Hace unas semanas, se presentaron dos nuevos vídeos, que añadían más trasfondo a la particular ucronía de ciencia ficción de Homefront: The Revolution. Llegará el 20 de mayo.
