Como sabéis, Destiny ya ha recibido su parche 2.0 que deja todo listo para el lanzamiento de Destiny: El Rey de los Poseídos, una actualización que pesa unos 10 GB en Xbox 360 y 20 en PlayStation 3. Esto ha provocado que algunos usuarios con ciertos modelos de Xbox 360 o PlayStation 3 no puedan realizar la instalación debido al espacio de almacenamiento de sus consolas.
Activision ha pedido que los afectados se pongan en contacto con la compañía, y se compromete a que les ayudará a solucionarlo, aparentemente, enviándole memorias externas de 32 GB para que copien en él los datos del disco duro de la consola, y puedan instalar en éste los archivos del juego.
Bungie está preparando un parche para poder instalar los archivos de la actualización en un disco duro externo, lo que ofrecerá una solución más rápida y práctica a todos los usuarios de Xbox 360 y PlayStation 3.