La historia de Aliens: Colonial Marines parece que no va a terminar pronto. Como sabéis, el juego que se mostró en el E3 de 2011 resultó ser sensiblemente superior gráficamente que el juego que se comercializó, generando una polémica cada vez más habitual en esta industria.
Sega se exculpa
Tras varias idas y venidas, ahora Polygon ha descubierto que en los documentos de la disputa legal que mantienen Sega –editora– y Gearbox –desarrolladora– aquélla culpa al jefe de ésta, Randy Pitchford, de haber hecho "lo que le salió de los huevos" con el marketing del juego.
De acuerdo con estos documentos, Gearbox habría garantizado a Sega que la demostración de 2011 sería representativa de la calidad del juego final, cosa que al final no fue. Los documentos también recogen que Gearbox habría hecho anuncios a la prensa sin el aprobado de Sega, haciendo imposible para la compañía verificar estos datos.
Sega también habla de "filtraciones" –las cuales desconocemos–, las cuales achaca a Randy Pitchford haciendo "lo que le sale de los huevos", y destacando que ya había realizado acciones similares durante el desarrollo de Borderlands 2.
La historia hasta el momento
Éste es el último capítulo de la historia hasta el momento. Hasta ahora hemos oído también que Gearbox invirtió millones de dólares para poder terminar Aliens: Colonial Marines, así como al propio Pitchford defender la demo de la discordia.
Por medio ha habido una demanda de terceros a Sega y Gearbox, y aunque el estudio ha admitido públicamente las diferencias entre el producto publicitado y el vendido, ambas partes no creen que haya base para la demanda.
Lo que recogemos hoy es la versión de Sega, y todavía habría que escuchar la versión de Gearbox.