Antes de decirse por la tecnología de Titanfall el juego de Respawn utilizó el motor gráfico Luma Engine de Insomniac, usado en Ratchet & Clank: A Crack.
Según Geoff Keighley en el documental Las últimas horas de titanfall, Respawn Entertainment estudió varios motores antes de decantarse por Source de Valve. La relación con Ted Price de Insomniac -que también trabajaba en un juego editado por EA, Fuse- permitió prestar a Zampella y su estudio la tecnología. También se consideró Zero Engine de Pandemic y el Unreal Engine de Epic, pero creían que no permitiría las 60 imágenes por segundo.
El vídeo incluye más información, desde las primeras charlas entre Respawn y Sony o la inesperada marcha de Jason West del equipo.