Brenda Romero ha dimitido de su puesto en la directiva de la IGDA (International Game Developers Association), la patronal del videojuego en EE.UU., como resultado de las protestas surgidas a raíz de la fiesta de clausura de la Game Developers Conference.
La fiesta fue organizada por una compañía de organización de eventos llamada YetiZen que ya organizó la de 2012 y que generó polémica por razones similares a las de este año: aunque no han trascendido detalles, parece que había espectáculos de cierto contenido erótico, o al menos eso han hecho llegar algunos asistentes ofendidos en sus quejas a la IGDA.
Aunque la IGDA se ha distanciado de la organización de la fiesta con un comunicado, Romero ha dimitido. "Reconocemos que la vestimenta de algunos de los artistas en la fiesta era inapropiada y que algunas de las actividades que se hicieron no era lo que esperábamos o aprobamos. Lamentamos que la IGDA estuviera involucrada en esta situación y no apoyamos actividades que cosifiquen o denigren a la mujer ni a ningún grupo de personas", señala el comunicado oficial.
Romero, que copresidía el grupo de trabajo e investigación Mujeres en los videojuegos de la IGDA, y que, de hecho, dirigió una mesa redonda en la Game Developers Conference a favor de la integración de más mujeres en la industria del vidoejuego, ha hecho efectiva su dimisión a raíz de esta situación en claro desacuerdo con lo que sucedió en la fiesta.
La dirección de la IGDA ha aceptado su dimisión, aunque la lamentan. "Es su decisión, pero esperamos seguir trabajando con ella para hacer lo necesario para que tomemos mejores decisiones en el futuro", han dicho.
